La teoría no se puede separar de la práctica.
Como la mente y el cuerpo.
Si falla la comprensión (mente) entonces la salud se derrumba.
Sólo una fuerte comprensión puede garantizar una salud poderosa.
Pero mucha gente quiere que alguien los cure.
Creen que pagando gruesas sumas podrán hallar la "solución".
Organizan colectas para viajar a prestigiosos centros médicos donde los van a operar los más grandes cirujanos del mundo.
Algunos meses o años más tarde los mismos problemas regresan.
Como las golondrinas regresan cada primavera.
Si las causas permanecen intactas se generarán efectos similares.
Sólo es cuestión de tiempo.
Por esa razón la consulta nutricional debe ir seguida del aprendizaje del arte culinario.
Algunas personas creen que "saben" cocinar rico y sano.
Y creen que mirando videos o basándose en libros o recetas de sitios de internet ya tienen todo bajo control.
Y en vez de mejorar con la macrobiótica su salud se resiente aún más.
Porque no saben cocinar.
No conocen los secretos para transmutar yin en yang.
Creen que para curarse alcanza con dejar esto y aquello.
Y comer cosas naturales.
Entonces pueden tener crisis fuertes y luego salen a la desesperada a buscar otras escuelas.
Creen que la falla estuvo en el orientador que les guió originalmente.
O van a la medicina oficial que les regaña: "eso le pasa por seguir estas dietas peligrosas".
Yin y yang son fuerzas extremadamente poderosas.
Lo crean y lo destruyen todo.
Si no aprendemos a controlarlas estaremos de crisis en crisis.
Por esa razón siempre recomiendo a las personas que me piden consejos que tomen clases con los mejores maestros.
Y si hacen un curso on line que sean conscientes de que es sólo una introducción, que debe ser complementada con clases presenciales.
Es un gran problema cuando uno asesora a distancia.
Porque no siempre hay buenas escuelas o maestros de cocina en la zona.
La gente hace lo que puede pero no siempre funciona.
Las comidas no saben sabrosas o no les aporta suficiente fuerza física.
Y muchas veces prefieren regresar a los hábitos antiguos.
La comodidad que ofrecen las redes sociales ha creado una tendencia a querer hallar todo en la pantalla del ordenador.
Nadie quiere salir de casa ni menos viajar al exterior para aprender.
A menos que la situación sea crítica.
Y por esa razón Ohsawa decía que los enfermos graves se curan más rápido que los enfermos leves.
Porque se ponen a practicar con máxima disciplina.
Mientras que los leves lo dejan "para más adelante".
-Martín Macedo-
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