martes, 4 de diciembre de 2018

Creo la realidad según mi creencia:

La realidad es lo que tomamos como verdad. Lo que tomamos como verdad es lo que creemos. Lo que creemos está basado en nuestras percepciones. Lo que percibimos depende de lo que estamos buscando. Lo que estamos buscando depende de lo que pensamos. Lo que pensamos depende de lo que percibimos. Lo que percibimos determina lo que creemos. Lo que creemos determina lo que tomamos como verdad. Lo que tomamos como verdad es nuestra realidad.
Realidad y creencias van juntas:
No importa lo complejos que sean nuestros instrumentos, no importa cuán sofisticadas y sutiles sean nuestras teorías y cálculos, sigue siendo nuestra conciencia la que al final interpreta nuestras observaciones. Y lo hace conforme al conocimiento y a los conceptos que tiene del evento bajo consideración. Es imposible separar la forma en la que la conciencia funciona de las conclusiones que hace de una observación. Los varios aspectos que distinguimos en un fenómeno son determinados no sólo por cómo observamos sino también por los conceptos que proyectamos al fenómeno en cuestión.
Un punto interesante, es que no importa cuán rigurosos queramos ser en nuestra ciencia buscando objetividad de todas maneras todas nuestras interacciones con la información que obtenemos de un experimento son mediadas y de hecho ocurren en nuestra conciencia, que es por definición subjetiva. Así el mundo material supuestamente objetivo, al cual la ciencia investiga, es fundamentalmente nuestra conciencia, sólo que vista como algo externo. Y aquello que vemos, supuestamente separado y objetivo, está determinado por nuestros conceptos y creencias.

Conclusión:
Hay trabajos que fundamentan esto. Donde el mismo experimento es observado por gente que no cree que el observador y su opinión previa ejerzan efecto en el resultado del mismo. Y el resultado final siempre da que el que confía que no ocurrirá cierto evento, no ve nada y el que cree que sí, lo ve. Y ambos trabajos son efectuados de manera conjunta. Ala ciencia ortodoxa le cuesta aceptar los resultados de la física cuántica, pero al pasar el tiempo no le queda más que aceptarlos. Y todo esto no es casualidad. Este conocimiento tiene más de 100 años en la ciencia oficial y han mantenido oculto el saber. Gracias al libre derecho a la información que generó la web y a que existen científicos que defienden que el conocimiento llegue a todos, se comienza a saber la verdad. Finalmente la sabiduría oculta, manejada por el esoterismo viene teniendo conocimientos sobre este tema, desde milenios. y a medida que pasa el tiempo la ciencia ortodoxa va reconociendo obligadamente que los antiguos sabios de ancianas civilizaciones tenían razón y no eran efectos de la fantasía.

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