La psicoespiritualidad

QUE ES LA PSICOESPIRITUALIDAD?

¿Es el ser humano algo más que una mente, un cuerpo y una estructura emocional ? Por mucho tiempo el abordaje de la psicología fue dar tratamiento a cada una de estas partes por separado y poco a poco fue descubriendo y tratando la relación entre ellas.

Sin embargo, en la actualidad, atrevidamente, y como resultado de un proceso evolutivo, la psicología hoy plantea un nuevo paradigma en el que se concibe al ser humano como algo más que un cuerpo con mente y emociones, incluso algo más que un cuerpo con alma; algo más que una existencia transitoria, algo más que el rol que desempeña, que una máscara, un yo social.

La psicología espiritual aborda los aspectos que trascienden la consciencia de lo personal, aquello que trasciende y toca con la consciencia del ser, de la vida, de la energía vital, de lo permanente, de lo trascendente, concibe al hombre como un alma con cuerpo, transitando una experiencia humana para desarrollar su evolución espiritual, viaje en el que se valora y atiende a la mente, al cuerpo y a las emociones como el vehículo o medio para poder desarrollar este crecimiento espiritual.

En la visión de que a la vez, cuerpo, mente, corazón y alma son esencialmente unidades de energía que se armonizan e integran entre sí. El desarrollo psicoespiritual pretende desarrollar recursos en cada individuo para que pueda aprender a desbloquear, organizar y armonizar su energía en la frecuencia vibratoria que le permita conocer la experiencia interior de la armonía, la confianza, el coraje, el amor y todas las virtudes que le permitan reconectarse con el poder original que se le concede al ser humano por su origen y procedencia divina.

Este nuevo paradigma brota de una cosmovisión en la que se plantea que el hombre, la Fuente de la Vida y el Universo están interconectados, interactúan y se influencian uno al otro.

El desarrollo psicoespiritual se vuelve pues un objetivo y a la vez un medio que ahonda en la unidad de cuerpo-mente-emoción y espíritu como una totalidad - y su relación con toda la Creación.Esta visión holística explora la relación de todos estos factores entre sí y enseña como al integrarse la parte espiritual el ser humano a la consciencia , éste se puede reconectar entonces con su verdadera escencia, su verdadero orígen- La Fuente – El Gran Espíritu Creador: Omnipotente, Omnisciente, Omnipresente, la Fuente del Amor Incondicional y el Poder Divino, lo cual le permite accesar a una nueva forma de sanación, sabiduría y poder para autorregular sus pensamientos y emociones, a la posibilidad de conquistar la paz y el gozo que tanto busca para completar la realización de una calidad de vida que realmente le depare bienestar.

El desarrollo psicoespiritual estimula el despertar de las capacidades intuitivas, de los dones, talentos y habilidades personales , favorece el florecimiento y la iluminación interior, por lo tanto toca, transforma y proyecta este nuevo brillo a la realidad del mundo exterior : en un pensar, sentir, hacer, relacionarse y responder con una consciencia más fresca y lúcida , con una actitud que manifiesta más consciencia sobre las semillas y los frutos que se cosechan con las intenciones y elecciones personales.

Trabajar en el desarrollo psicoespiritual es arriesgarse a volar alto y a la vez profundo, a conocer y percibir al Divino Espíritu dentro nuestro, a través de diversos ejercicios y prácticas como la meditación y la oración; es adentrarse en aprender a conocer y apreciar aspectos como el silencio, la chispa divina en cada persona , los aspectos de la propia sombra y el ego como medio para encontrar la luz dentro; ponerse de frente al espejo y aceptar que los apegos ( a cosas, personas, emociones, ideas , sustancias y patrones) que nos atan son tambien las semillas de nuestra más profunda liberación, nuestra inspiración y estímulo para lograr la conquista de los sueños y desafíos que en la vida se nos presentan.

El desarrollo psicoespiritual invita a madurar , a transitar el puente de la ignorancia hacia la sabiduría, de la sombra a la luz, de la impotencia o la falsa omnipotencia hacia la consciencia de los múltiples recursos interiores que permiten la plena realización. Quizás, el mayor aporte del desarrollo psicoespiritual en la vida de una persona sea el despertar a la consciencia del valor del amor y del regalo de tener un corazón como el puente que conecta la Tierra y el Cielo para poder salir del adormecimiento y la indiferencia en que la vida del mundo concreto nos puede atrapar. A través del desarrollo psicoespiritual , las personas aprenden a recorrer caminos para crecer en la autovaloración, la humildad, la gratitud, el aprecio y desarrollo de una relación sana y amorosa consigo mismas, con las otras personas y con la Fuente-El Gran Espíritu Creador, respetando su búsqueda u orientación religiosa o filosófica personal.

A través de técnicas psicológicas actualizadas, técnicas de sanación , técnicas de manejo de la energía, técnicas artísticas y la integración de aspectos diversos sobre las sendas de búsqueda espiritual y las religiones , la psicoespiritualidad se desarrolla buscando cosechar frutos de luz a nivel individual y colectivo, expandiendo el nivel de consciencia sobre la interconexión que hay en toda la Creación.

Algunos de los temas que aborda frecuentemente el trabajo personal para desarrollar la psicoespiritualidad son: la comprensión de las Leyes Espirituales, aprender a vivir el presente, aprender a soltar el pasado, conocer al propio ego, aprender a enfrentar el propio temor, la noche oscura del alma, comprender cómo suceden los milagros, la sanación interior, aprender a co-crear y participar en la realización de los sueños personales, reencontrar el poder interior, el perdón, el amor por el planeta, el crecimiento de la capacidad amorosa y la compasión, la prosperidad y la abundancia, la experiencia personal del conocimiento de Dios.

Cuando una persona se ha comprometido en desarrollar su psicoespiritualidad se muestra notoriamente más responsable en todas las áreas de su vida, más autorrealizada y más feliz pues va poco a poco experimentando una mayor paz, comprensión, gracia, aceptación, tolerancia, fuerza, optimismo, humildad, amor y todas las virtudes que provienen del Gran Espíritu Divino - lo cual le permite desarrollar un bienestar y una realización más significativa y completa que la que brinda solamente la realización material, que aunque es muy importante, siempre será incompleta al carecer de la paz que nos permite disfrutarla plenamente.