Protege tu sueño.
Ponlo en una caja de fino cristal.
No se lo muestres a nadie.
Porque es tu mayor tesoro.
El destino de tu sueño es la completa materialización.
Es un proceso que tiene varias etapas.
Como hacer un curso o carrera universitaria.
Tiene sus formalidades.
Una serie de etapas que deben ser superadas con éxito.
Tu sueño le da sentido a tu vida.
Es tu mayor fuente de felicidad.
Sin sueños la vida se convierte en una travesía sin rumbo por el desierto.
Al principio tu sueño es muy yin.
Es sólo una visión, una imagen, algo que puede destruirse fácilmente.
Como una semilla que se siembra en la tierra.
La pobre semilla al principio está expuesta a múltiples peligros.
Se la puede comer un ave o la puede aplastar la rueda de un tractor.
La semilla puede morir por una inundación o por una sequía muy fuerte.
Pero la frágil semilla es un producto de la inteligencia infinita y encontrará la forma de prosperar y abrirse paso ante la adversidad.
Y como se trata de una semilla creada por la inteligencia infinita en vez de sentir temor se hará cada vez más fuerte y vigorosa cuanto más grandes sean las adversidades.
Si le cuentas tus sueños a todos lo que se cruzan en tu camino los expones al veneno de la negatividad de otras personas.
Se burlarán, te criticarán, te tratarán de fantasioso o te dirán que no tienes el talento o la capacidad para hacerlo.
Que no es lo tuyo, que mejor dedícate a otra cosa.
Mientras tu sueño sea como un pequeño bebé, debes cuidarlo de los peligros y no exponerlo a la virulencia del mundo.
Tu sueño es sólo un paquete de información.
Pero tiene la energía para encender tu corazón y llenarlo de entusiasmo y heroísmo.
Dale el alimento que necesita para crecer.
Todo necesita alimentación.
Incluso tu sueño.
Al igual que el bebé necesita tu atención y dedicación.
Mantén constantemente la visión de tu sueño cumplido y siéntete como si ya fuera lo que debe ser.
Regocíjate en esta contemplación todos los días mientras haces tus actividades corrientes.
Celebra tu victoria sin que nadie lo note.
Que el brillo de tus ojos sólo muestre que sabes lo que quieres.
Siéntete capaz de alcanzarlo en esta vida cultivando un elevado concepto de ti mismo.
No importa cuándo lo verás realizado.
Lo que importa es el gozo de avanzar cada día un poco más.
Gozando al colocar cuidadosamente un ladrillo sobre otro con máxima atención y voluntad.
Hazlo como lo harían los dioses si vivieran en la Tierra.
Cumple tu cuota de cada día y luego ve a descansar.
Y si tienes suficiente salud y tiempo sobre este plano....
tu sueño conocerá la luz del mundo de las formas.
Y habrás cumplido tu destino.
Entonces podrás descansar.
Porque te lo has ganado.
-Martín Macedo-
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