martes, 11 de diciembre de 2018

Nada externo puede enfermarte.


Nada externo puede enfermarte.

Ni el mosquito, ni el humo del ambiente, ni la soja transgénica fabricada en USA.
Quien siente que el universo se puso en su contra y lo quiere destruir con bacterias asesinas, la luz solar y cadenas de comida rápida, vive en una ilusión porque parte de la base de que es una víctima desvalida que sufre los embates de fuerzas hostiles.
¿Qué calidad sanguínea puede tener alguien que piensa y siente que los poderes oscuros lo acechan las veinticuatro horas del día?
Cree que está separado de todo lo que ve.
No comprende que lo que ve es la proyección de sus propios miedos.
Ve enemigos en su mente y los enemigos aparecen.
Ve contaminación en su mente y sus miedos se materializan.
Siente rechazo por los gérmenes y mosquitos y los ataca...y éstos siempre se lanzan contra él....porque antes lo imaginó y lo temió.
La conciencia estrecha está dominada por el ego y el ego siempre está aterrado (yang).
Pero la conciencia expandida (yin) ve el inmenso panorama de la vida toda conectada y toda guiada por una inteligencia infinita que tiene como cometido la evolución, la fuerza, la belleza y la felicidad de todas las formas de vida.
Y para que haya fuerza debe haber dualidad......
Frío y calor, dolor y placer, nacimiento y muerte, amigos y enemigos, vagos y diligentes, honestos y estafadores.
Cuando la conciencia se expande nos maravillamos de la perfección de todo tal como es y no sentimos que haya que hacer una revolución para mejorar las cosas.
Comprendemos que todas las cosas son parte de nuestra vida infinita y que nunca podemos realmente estar "desconectados" del infinito.
Como una célula que está alojada en un pliegue de la piel del pie, sabe que la sangre que le llega estuvo antes en el hígado, en el pulmón y en el cerebro y recoge los mensajes químicos que éstos le envían.
No puede separarse de éstos aunque declare solemnemente la "independencia".
Si se separa debe morir.
Si se independiza debe morir.
Porque todas las células están cumpliendo un servicio para el bienestar de algo más grande que a su vez les da vida y alimento.
Pero si esa célula cree en su conciencia que el hígado trata de destruirla, que la tiroides le envía veneno y que los músculos liberan ácido láctico para destruir su membrana, vivirá atormentada y no podrá hacer un buen trabajo y así llegará a la conclusión que debe mutar y convertirse en una célula maligna porque no le queda otra.
Porque si todos desean hacerme daño debo devolver el ataque.
Y buscará aliadas para formar bloques de células ya que la "unión hace la fuerza".
Por ello el cáncer comienza en la actitud de la mente.
Y si esta actitud no cambia ni los mejores alimentos ni los mejores cocineros de comida saludable podrán traer la paz y la salud a esa conciencia enferma y atormentada.

-Martín Macedo-

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