Salir de la zona de confort para llegar a la zona del aprendiz
Las creencias nos mantienen en la “zona de confort” desde el miedo irracional que sentimos a dar un paso en una dirección diferente a la que hemos tomado hasta ahora. Entonces aparecen un sin fin de justificaciones que son los “sí, pero…”, los “porque…” o los famosos “es que…”.
Y ¿qué hacemos una vez que tengamos identificada una creencia? Como pronto salir de esa “zona de confort”, donde nos hemos acomodado, incluyendo pequeños cambios en nuestra rutina para hacer frente al miedo e ir acercándonos a la “zona del aprendiz”.
¿Qué te hubiera gustado hacer que ni siquiera has intentado? Da igual lo que sea, lo importante es atreverte a hacerlo y así romper la rutina con esas pequeñas innovaciones que darán grandes resultados.
Por ejemplo: “Siempre he soñado con poder correr una maratón, pero creo no ser capaz de aguantarla”. Está claro que de hoy para mañana no voy a estar preparado… pero ¿qué tal si comienzo por salir a correr todos los días cinco minutos? A los pocos serán diez, después veinte… porque no olvides que toda escalada, por muy alta que sea su cumbre, comienza con un paso.
Por ejemplo: “Siempre he soñado con poder correr una maratón, pero creo no ser capaz de aguantarla”. Está claro que de hoy para mañana no voy a estar preparado… pero ¿qué tal si comienzo por salir a correr todos los días cinco minutos? A los pocos serán diez, después veinte… porque no olvides que toda escalada, por muy alta que sea su cumbre, comienza con un paso.
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