martes, 25 de septiembre de 2018

Los pensa-mientos crean a la cosas y no al revés

Los estados de conciencia son como las frecuencias de radio....te quedas allí tanto tiempo como desees.
Cuando escuchamos la radio cambiamos de una emisora a la otra en función de si nos gusta o no la música que está sonando.
Es fácil, pues accionamos físicamente una perilla hasta la frecuencia deseada y nos quedamos allí mientras nos guste.
Los estados de conciencia son también frecuencias, similares a estas radio frecuencias que emiten música.
¿Pero qué son estos estados de conciencia?
Son frecuencias de la actividad mental.
Básicamente nuestro hábito mental
Lo que creemos ser o tener.
Soy consciente de mis limitaciones intelectuales o físicas.
Soy consciente de mi difícil situación financiera.
Soy consciente de ser grande y fuerte o pequeño y endeble.
Soy consciente de tener una hermosa familia que cuidar y proteger.
Hay un estado de conciencia para la hipertensión.
Hay un estado de conciencia para un millonario.
Hay un estado de conciencia para quien ha fracasado muchas veces al intentar poner un negocio.
Los estados de conciencia se terminan por plasmar en el mundo físico.
Porque la información vibratoria que contienen, cuando es sostenida termina por condensarse y hacerse visible.
Quien es consciente de su gran inteligencia, con el tiempo conseguirá un alto cargo en una gran empresa o institución.
Quien es consciente de su poco atractivo personal se encontrará con grandes problemas para abrirse camino en el mundo laboral o para encontrar pareja.
Es fácil cambiar de radio frecuencia porque se acciona físicamente la perilla.
Pero no es tan fácil elegir un estado de conciencia que nos eleve de nuestro estado actual......
A menos que tengamos entrenada la mente, la capacidad de fijar la atención.
Porque si elegimos subir a un estado de salud infinita, de dicha y bellas realizaciones...y lo asumimos.....la realidad visible lo seguirá negando para nuestros ojos.
Pero si somos capaces de asumir nuestro nuevo estado de conciencia y lo sostenemos por suficiente tiempo como si fuera una radio frecuencia.
El nuevo estado se volverá habitual y normal.
Y la realidad visible se tendrá (como lo hace siempre) que doblegar ante el mandato supremo.
Porque los pensa-mientos crean a la cosas y no al revés.
Por eso los que saltan de un pensa-miento a otro no consiguen nada porque son como el que entierra y desentierra constantemente semillas en su huerta.


-Martín Macedo-

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