Entre tu y tus metas no cumplidas, está únicamente el miedo, un miedo interno que puede ser consciente o inconsciente, y detrás de ése miedo se esconde un juicio acerca de una situación aprendida en el pasado, en tu sistema familiar o en alguna creencia que has integrado en ti.
Tal vez por miedo a no sentirte solo o sola sostienes relaciones tóxicas que te causan más conflictos que alegrías, tal vez por miedo a hacerte responsable de ti mismo tienes problemas con tu pareja o con tu economía, tal vez por miedo a expresar todas tus emociones te enfermas y sufres todo tipo de dolores, tal vez por miedo al rechazo o al juicio externo has reprimido tu verdadero ser, y el más duro de todos, el miedo a amarte, que te impide perdonarte, expresarte el amor, dejarte ser y aceptarte tal cual eres.
Muchas veces aquello que se considera como lo correcto no lo es, no hay recetas de vida que se ajusten a todos, si ser diferente implica mejorar tu vida, estás en todo tu derecho de buscar tu propio camino.
Imagina por un momento que desaparece de tu vida el miedo, que no hay nadie que pudiera rechazarte o juzgarte, que no hay ningún tipo de castigo, que no existe la culpa, que no tienes que quedar bien con nadie, que no tienes que llenar ninguna expectativa.
Tomate un momento para pensarlo y responde las siguientes preguntas, ¿Quíén serías?, ¿qué harías?, ¿Cómo te hace sentir?
Carl Jung decía "Prefiero ser una persona completa, a ser una persona buena".
Así como rechazamos nuestra sombra (dolor, defectos de carácter, miedo, juicios) muchas veces también rechazamos nuestra luz (talentos, amor, verdadero ser), descubre el ser luminoso y completo que se esconde detrás del miedo.
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