miércoles, 6 de febrero de 2019

No se juega con la Ley


No se juega con la Ley.
Quien la quebranta tendrá que aceptar las consecuencias de sus actos.
Sin leyes impera el caos.
Y si impera el caos no puede florecer la vida, la belleza y la salud del mundo.
La ley es yang.
El caos es yin.
Los policías, los abogados, los fiscales y la gente que trabaja en el área judicial son muy yang.
Gracias a ellos se crea el orden en la sociedad.
Pero si son débiles, entonces el sistema se corrompe y allí nada puede prosperar.
Las leyes de los hombres se crean y luego se derogan.
Y si las leyes humanas no son un juego, mucho menos las leyes universales.
Pero casi nadie conoce las leyes universales.
Los sabios de oriente llaman a estas leyes el Orden del Universo.
Está enunciado en antiguos textos como el I Ching.
El principio de las transformaciones.
Si un primitivo llega a la ciudad y toma unas frutas de un puesto sin pagar, está quebrantando la Ley pero él no lo sabe.
Porque en la selva las frutas están allí para que todos las disfruten.
De la misma forma cuando un hombre quiebra el Orden del Universo se enferma o tiene un accidente.
Da igual que la entienda o la ignore.
Todo el que la quiebra deberá experimentar un llamado de atención.
En el mundo de los hombres algunos pueden quebrantar la ley y escapar de las sanciones al tener poder económico o influencias.
Pero nadie escapa a la Ley Universal.
Ni siquiera un electrón.
Ni una pulga, ni un mosquito.
Por esa razón en la consulta macrobiótica lo primero que hay que hacer es enseñar la Ley.
Y el consultante se vuelve inmediatamente sabio.
Pero algunos son tan perezosos que no quieren la sabiduría.
Sólo quieren unas indicaciones para aliviar el dolor o curar su enfermedad.
Y cuando se sienten mejor vuelven a su bajo juicio.
A los viejos hábitos físicos y mentales que corrompieron su sangre y sus huesos.
Pero al igual que un niño pequeño.
De tanto caer y levantarse, finalmente aprenden a caminar.
Con el yin en el zapato izquierdo.
Y el yang en el zapato derecho.

-Martín Macedo-

No hay comentarios:

Publicar un comentario