Existe un síndrome curioso, digo curioso porque en un principio parece ser una bendición, que es la insensibilidad congénita al dolor.
Exactamente es : "la condición por la cual una persona nace con la incapacidad física, es una mutación genética, de sentir dolor". Los pacientes afectados por esta patología mueren jóvenes a consecuencias de infecciones, fracturas, hemorragias, huesos rotos etc. que pueden pasar desapercibidos debidos a la falta de conciencia del dolor.
Cuando huimos de lo "malo", el dolor, el sufrimiento, el miedo, la muerte, en Oriente se dice que debemos abrazarlos, cuando huimos los estamos atrayendo no conscientemente, sino con miedo, con lo cual los aumentamos en nuestra percepción, estos opuestos los agrandamos irracionalmente.
También se dijo hace 2.000 años: "ama a tu enemigo", lo cual rompió la ley del ojo por ojo, es decir, fúndete con tu opuesto amándolo, sé Uno.
La vida en este plano dual se fundamenta en dos polos opuestos y complementarios, en los cuales existe entre ellos una tensión de vida.
Suprime un extremo, el dolor, y la vida se acorta, se detiene.
Atraviesa, no evites, el bosque del dolor, del sufrimiento, no tomando psicóticos sino sintiendo el proceso, pasa como el mito del héroe a través de ellos, con paciencia, con valentía.
Sabiendo que los opuestos están unidos a la vida, pertenecen a ella, sin ellos, el dolor, la vida sería breve, no subiríamos un peldaño tras otro en nuestra conciencia ya que no seríamos conscientes no de nuestro dolor, sino del dolor de nuestro hermano, del dolor de la vida, del éxtasis y gozo, de celebración de existir en el sueño del Universo.
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