martes, 11 de diciembre de 2018

Superar los engaños de la mente

Pregunta: ¿Cómo es posible que simplemente tomando conciencia de un momento específico del proceso de la respiración se pueda alcanzar la iluminación; cómo es posible liberarse del inconsciente simplemente siendo consciente de una pausa tan pequeña y momentánea en la respiración?

Respuesta: "Esta pregunta es significativa, y es probable que se le haya ocurrido a muchas mentes, de modo que hay que comprender varias cosas. En primer lugar, se piensa que la espiritualidad es un logro difícil. No es ninguna de las dos cosas: es decir, no es ni difícil ni un logro. Seas lo que seas, ya eres espiritual. No hay que añadir nada nuevo a tu ser, y no hay que desechar nada de tu ser; eres lo más perfecto posible. No es que vayas a ser perfecto alguna vez en el futuro, no es que tengas que realizar un arduo esfuerzo para ser tú mismo. No es un viaje a algún otro punto en alguna otra parte; no vas a ninguna parte. Ya estás aquí. Lo que hay que lograr ya se ha logrado.
Esta idea debe entrar profundamente en ti; sólo así serás capaz de comprender por qué técnicas tan simples pueden ser útiles. Si la espiritualidad es un logro, entonces por supuesto que va a ser difícil; no sólo difícil, sino realmente imposible. Si aún no eres espiritual, no puedes serlo, nunca podrás, porque ¿cómo va a ser espiritual alguien que no es espiritual? Si aún no eres divino, no hay ninguna posibilidad, no hay manera. Y no importa los esfuerzos que hagas; los esfuerzos hechos por alguien que aún no es divino no pueden crear divinidad. Si no eres divino, tus esfuerzos no pueden crear divinidad. Es imposible. Pero la situación es totalmente inversa: ya eres lo que quieres lograr. El objetivo del anhelo ya está aquí, presente en ti. Aquí y ahora, en este mismo momento, eres lo que se conoce como divino. Lo supremo está aquí; ya es la realidad. Ésa es la razón por la que técnicas simples pueden ser útiles. No es un logro, sino un descubrimiento. Está oculto, y está oculto en cosas muy, muy pequeñas.
La persona es como la ropa. Tu cuerpo está aquí, oculto en la ropa; de igual manera, tu espiritualidad está aquí, oculta en cierta ropa. Estas ropas son tu personalidad. Puedes estar desnudo aquí y ahora, y de la misma manera puedes estar desnudo también en tu espiritualidad. Pero no sabes lo que son las ropas. No sabes cómo estás escondido en ellas; no sabes cómo estar desnudo. Has estado metido en la ropa durante tanto tiempo -durante vidas y vidas y vidas has estado en la ropa- y has estado tan identificado con las ropas, que ahora no piensas que sean ropas. Piensas que estas ropas son tú. Ésa es la única barrera.
Por ejemplo, tienes algún tesoro, pero lo has olvidado o todavía no te has dado cuenta de que es un tesoro, y sigues mendigando por la calle... Eres un mendigo. Si alguien dice: «Mira en tu casa. No necesitas ser un mendigo; puedes ser un emperador en este mismo momento», el mendigo dirá: 'Qué tonterías dices. ¿Cómo voy a ser un emperador en este mismo momento? He estado mendigando durante años y aún soy un mendigo, e incluso si sigo mendigando durante vidas seguidas, no voy a ser un emperador. Así que qué absurdo e ilógico es lo que dices de que puedes ser un emperador en este mismo momento'...
Es imposible. El mendigo no puede creerlo. ¿Por qué? Porque la mente mendicante procede de un hábito prolongado. Pero si el tesoro está oculto en casa, con escarbar un poco, con quitar un poco la tierra, el tesoro aparecerá. E inmediatamente ya no volverá a ser un mendigo; se convertirá en un emperador.

Es lo mismo con la espiritualidad: es un tesoro oculto. No hay que lograr nada en algún momento futuro. Aún no lo has reconocido, pero ya está en ti. Tú eres el tesoro, pero sigues mendigando.

De modo que con simples técnicas será suficiente. Escarbar la tierra, quitarla un poco, no es un gran esfuerzo, y te puedes convertir en un emperador inmediatamente. Tienes que escarbar un poco para retirar la tierra. Y cuando digo retirar la tierra, no lo digo sólo simbólicamente. Literalmente, tu cuerpo forma parte de la tierra, y te has identificado con el cuerpo. Retira un poco esta tierra, crea un agujero en ella, y llegarás a conocer el tesoro.
Es por eso por lo que esta pregunta se les ocurrirá a muchos. En realidad, esta pregunta se les ocurrirá a todos: 'Una técnica tan pequeña como ésta: ser consciente de tu respiración, ser consciente de la inspiración y de la espiración, y luego tomar conciencia del intervalo entre las dos, ¿es esto suficiente?' ¡Algo tan simple! ¿Es esto suficiente para la iluminación? ¿Es ésta la única diferencia entre tú y Buda: que tú no has tomado conciencia de la pausa entre dos respiraciones y Buda sí?; ¿sólo eso? Parece ilógico. Hay una gran distancia entre Buda y tú. La distancia parece infinita. La distancia entre un mendigo y un emperador es infinita, pero el mendigo puede volverse un emperador inmediatamente si el tesoro está ya oculto.
Buda fue un mendigo como tú; no fue siempre un buda. En un momento concreto, el mendigo muere, y se convierte en el maestro. No se trata, en realidad, de un proceso gradual; no es que Buda vaya acumulando y un día ya no es un mendigo y se vuelve un emperador. No, un mendigo nunca se puede volver un emperador si se trata de una acumulación; seguirá siendo un mendigo. Puede que se convierta en un mendigo rico, pero seguirá siendo un mendigo. Y un mendigo rico es un mendigo aún mayor que un mendigo pobre.
De pronto, un día Buda cae en la cuenta del tesoro interno. Entonces deja de ser un mendigo, se convierte en un

maestro. La distancia entre Gautama Siddharta y Gautama Buda es infinita. Es la misma distancia que hay
entre tú y Buda. Pero el tesoro está escondido dentro de ti tanto como estaba escondido en Buda".

- Osho

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