Vive de tal manera que nunca el tiempo que dediques a tus obligaciones sea mayor que al disfrute y al encuentro con tu verdadero Ser. No permitas que tu mente siga argumentando y justificando año tras año que esto no es posible, pues se te irá la vida creyendo en sus viejos y oscuros trucos. Si le has entregado tu poder al mundo, es tiempo de recuperarlo. Cuanto más justifiques tus limitaciones, más las experimentarás. Si realmente deseas encontrar la paz, la dicha y el amor que moran en lo profundo de tu corazón, el Universo entero escuchará tu llamado y cambiará todas y cada una de tus circunstancias hasta que se amolden a tu ferviente anhelo. Aquello que crees ahora imposible; cambiará. Cambiarás de trabajo, vendrá más dinero, sanarás tus relaciones, tendrás más tiempo libre y habrá más paz en tu vida. Pero si tu anhelo es débil o no confías en estas palabras, todo seguirá igual.
No le des más poder al mundo ni a la vida que construiste, pues esa vida fue creada desde el ego. ¡¡Realmente puedes hacer lo que quieras!! ¡¡Lo puedes cambiar todo!!. Pero debes dejar de desconfiar y de creerle tanto a aquellos que continúan soñando, aquellos que han olvidado lo que realmente importa. Pues a ellos tú les crees, en vez de confiar en los que despertaron y cruzaron a la otra orilla; aquellos que viven tranquilamente en las playas de la dicha, la paz y la armonía. No importa cuántas personas dormidas veas; no importa si son millones o miles de millones; no cuentan. Tal vez sea toda la gente que conoces; sin embargo no cuentan. Sólo cuentan aquellos que despertaron y recordaron. Aquellas almas libres que no le creen al mundo ni a las limitaciones que la gente experimenta; a aquellos que han trascendido el sufrimiento y las creencias impuestas. A ellos debes seguir. Búscalos, encuéntralos y no te separes de ellos hasta que tú también despiertes y seas LIBRE.
Lic. Fernán Makaroff
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