domingo, 31 de mayo de 2020

El miedo

¿Y cómo lograste llevar tantas almas al infierno en aquella época?
-Por el miedo.
-Ah, sí. Excelente estrategia; vieja y siempre actual. ¿Pero de qué tenían miedo? ¿Miedo a ser torturados? ¿Miedo a la guerra? ¿Al hambre?
-No. Miedo a enfermarse.
-¿Pero entonces, nadie más se enfermaba en esa época?
-Sí, se enfermaban.
-¿Nadie más moría?
-Sí, morían.
-¿Pero, no había cura para la enfermedad?
-Había.
-Entonces no entiendo.
- Como nadie más creía y enseñaba sobre la vida eterna y la muerte eterna, pensaban que solo tenían esa vida, y se aferraron a ella con todas sus fuerzas, incluso si les costaba su afecto (no se abrazaban ni saludaban, no tenían ningún contacto humano durante días y días); su dinero (perdieron sus trabajos, gastaron todos sus ahorros, y aún se creían afortunados siendo impedidos de ganarse el pan); su inteligencia (un día la prensa decía una cosa y al día siguiente se contradecía, y aún así se lo creían todo); su libertad (no salían de su casa, no caminaban, no visitaban a sus parientes... ¡era un gran campo de concentración para prisioneros voluntarios!
Aceptaron todo, todo, siempre y cuando pudieran superar sus vidas miserables un día más. Ya no tenían la más mínima idea de que Él, y sólo Él, es quien da la vida y la termina. Fue así, tan fácil como nunca había sido».
Del libro «Cartas del diablo a su sobrino», de C. S. Lewis, el autor cristiano de las Crónicas de Narnia. El libro se publicó en 1942.

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