Todos queremos saber la verdad.
Necesitamos la verdad, para poder así liberarnos del error, del engaño.
Nos están usando para fines oscuros.
¿Y nos dicen que debemos estar quietos en casa para cuidarnos entre todos, para no contagiarnos?
La verdad se hace más valiosa y preciosa ante tantas mentiras.
La salud se valoriza ante la enfermedad.
La energía eléctrica se valoriza cuando se corta el servicio.
¿Es un virus artificial?
¿La omese está mintiendo al mundo, para que acatemos la cuarentena mientra ellos ponen la 5G en todos los países?
La necesitamos para saber a qué nos estamos enfrentando.
Pero la verdad no es tan fácil de hallar.
Porque está bien oculta.
¿Las vacunas nos hacen daño?
Ya no sabemos en quién confiar.
Algunos médicos mienten, sobre la cantidad de casos de este supuesto virus para proteger sus carreras.
Los que dicen la verdad son censurados.
Tampoco podemos decir la verdad en las redes sociales.
La mentira abunda y la verdad escasea.
Pero la verdad está ahí, el Orden del Universo nos proveerá de la verdad porque existe junto con la mentira.
Y cuanto más grande la mentira más grande y poderosa surgirá la verdad.
Porque cuanto mayor es el frente, mayor el el dorso.
La verdad es como agua limpia y cristalina como la que brota de una fuente entre las montañas.
La mentira es como el agua infectada de las cloacas.
Si la bebemos nos sentimos estafados, engañados.
Cuando estamos frente a la verdad sentimos que revivimos.
Sentimos poder, fuerza y libertad.
Sigamos ese criterio para discernir si una información es verdad o no.
La verdad es que somos dioses.
La verdad es que somos gigantes dormidos.
Pero estamos despertando, estamos recordando nuestro linaje espiritual.
Y tenemos el poder de crear un paraíso en este planeta, donde el amor sea la Ley Suprema.
Pero antes tendremos que controlar a un puñado de seres oscuros, egoístas e infelices que están atacando la vida de sus hermanos porque ellos quieren quedarse con los mejores recursos del mundo.
-Martín Macedo-
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