viernes, 29 de mayo de 2020

El poder de la mente reside en su quietud.

El maestro del tiro al arco debe aquietarse totalmente antes de lanzar la flecha.
Si no logra la quietud absoluta en el momento de lanzar la flecha, su lanza-miento fallará.
La mente es como el arco que se tensa pero con una quietud perfecta.
El poder de la mente reside en su quietud.
La quietud es yin y la actividad es yang.
Durante la meditación alcanzamos la quietud completa mente-cuerpo.
Y entonces susurramos nuestro deseo.
Y creará una onda expansiva que llegará a los rincones más lejanos del universo.
Y Dios sabrá nuestro deseo y todas las fuerzas inimaginables se pondrán en acción para ayudarnos y nada detendrá a esta gran corriente de amor infinito.

-Martín Macedo-

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