Cuando empezamos a trabajarnos interiormente solemos centrarnos en cultivar la mente y el espíritu. Sin embargo, para gozar de un verdadero bienestar es fundamental ejercitar nuestro cuerpo físico.
“Cuerpo, mente y espíritu”. Esta máxima del autoconocimiento la ha escuchado todo el mundo. Sin embargo, muy pocos son los que la han comprendido. Y menos todavía los que la ponen práctica. En esencia, es una invitación para que nos trabajemos interiormente, cuidando y desarrollando los tres pilares que componen nuestra condición humana. La sanación del cuerpo nos proporciona salud y energía vital. La conquista de la mente nos da comprensión y claridad. Y la reconexión con el espíritu nos genera felicidad y plenitud.
Si ahora mismo te encuentras inmerso en un proceso de cambio y transformación personal, te animo de corazón a que consideres la posibilidad de reforzar el trabajo con tu cuerpo por medio del entrenamiento físico que detallamos en el programa que encontrarás al final de este artículo. Más que nada porque este trabajo corporal te dotará de más energía para seguir sanando tu mente y reconectando con tu espíritu, también llamado “ser” o “esencia”.
Sería maravilloso que pudieras dedicar(te) al menos 10 minutos al día –uno, dos, tres o cuatro días a la semana– para sudar y jadear, siguiendo alguno de los programas de ejercicio diseñados por el entrenador oficial del Máster en Desarrollo Personal y Liderazgo, Willy Acosta. Te lo recomiendo porque yo mismo lo practico desde hace años. Y la verdad es que me aporta tantos beneficios que voy a seguir ejercitando mi cuerpo regularmente el resto de mi vida. Eso sí, por favor, no te lo creas. Verifícalo por ti mismo.
LA FELICIDAD SE ENTRENA“Mens sana in corpore sano”Décimo Junio Juvenal
Solemos creer equivocadamente que tenemos que hacernos socios de un gimnasio para hacer ejercicio físico. Sin embargo, no necesitamos intermediarios entre nosotros y nuestro propio cuerpo. De hecho, esto es lo que propone la “Calistenia”, un método de entrenamiento milenario que utiliza nuestro peso corporal para que podamos desarrollar nuestro físico de manera natural y orgánica.
Etimológicamente, proviene de dos palabras griegas: “kallos” (belleza) y “sthenos” (fortaleza). La finalidad de este entrenamiento consciente es convertirnos en nuestra mejor versión física. Y para lograrlo, propone realizar semanalmente una serie de ejercicios que podemos hacer fácilmente en un parque o en el salón de casa. Nuestra motivación es cultivar la salud y la energía vital que se encuentran en nuestro interior. Y nuestro compromiso es con nosotros mismos, con hacernos responsables de nuestro bienestar físico.
A partir de ahí, con una adecuada orientación y una alimentación sana, es una simple cuestión de tiempo para que los resultados empiecen a hablar por sí solos. Entre otros beneficios, el entrenamiento corporal nos dota de mayor fuerza, agilidad, resistencia y velocidad, corrigiendo a su vez nuestra postura corporal y potenciando nuestra armonía natural. También favorece la regulación emocional y la relajación mental, contribuyendo a que nos sintamos mucho mejor con nosotros mismos.
LO MÁS “DIFÍCIL” ES EMPEZAR“Si vas a dudar de algo que sea de tus límites”Michael Jordan
Si bien al principio cuesta ponernos en marcha, llega un momento en que se convierte en una práctica agradable, placentera e incluso adictiva, pues libera endorfinas, también llamadas “las hormonas de la felicidad”. Eso sí, antes de comenzar tu proceso de entrenamiento consciente, verifica cuál es el nivel que más te conviene para empezar. Y por favor, toma estas indicaciones como una referencia genérica, adaptando los ejercicios a tu condición física particular. En caso de hacerlos por tu cuenta, ves con mucho cuidado de no hacerte daño. Eres el único responsable de tu bienestar corporal.
En la medida en que alguno de estos programas ya no te suponga esfuerzo, no te apalanques demasiado y atrévete a pasar al siguiente nivel. Otra opción es crear tu propio entrenamiento, eligiendo los ejercicios que más te apetezca trabajar, así como el tiempo que puedes dedicarle a tu cuerpo. Al fin y al cabo, lo más importante es que hagas ejercicio físico con regularidad. Insisto: lo más “difícil” es empezar.
Borja Vilaseca
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