La realidad externa es sólo una proyección de la realidad interna.
El kybalion nos enseña que como es adentro es afuera.
Todos queremos cambios positivos en nuestras vidas.
Los que no comprenden este principio, sienten que deben luchar con sus manos y su voluntad para cambiar la realidad.
Por ejemplo no están satisfechos con sus ingresos y organizan una lucha contra los empresarios.
Comienza un forcejeo para intentar mejorar los ingresos presionando a otras personas que también quieren mejorar sus ingresos.
La ciencia médica a veces también procede desde un total desconocimiento de este principio hermético.
Cuando aparece un síntoma intenta luchar contra el mismo e intenta destruirlo por medios químicos o físicos.
Si se inflama una articulación aplicará un anti-inflamatorio.
Si sube la tensión arterial aplicará un químico que la baje.
Si aparecen microbios infectando un tejido aplicará un veneno llamado antibiótico.
Si aparecen células cancerosas aplicará medicamentos que las destruyen.
Esta forma de ver las cosas, la incapacidad de ver la conexión entre el interior y el exterior...se conoce como dualismo.
Reconoce dos opuestos y no consigue ver su identidad.
Considera a uno como bueno y al otro como malo.
E intentará eliminar el malo como si estuviera aislado.
Pero el bueno y el malo forman parte de una unidad.
Por eso atacar al malo implica atacar al bueno.
Si los trabajadores atacan a su empleador, la empresa quebrará y nadie ganará.
Si los médicos atacan los síntomas con medicinas, removiendo vísceras enfermas, la calidad de vida del enfermo disminuirá.
La gente comenzará a cuestionar esa forma de medicina.
Y emigrará hacia las medicinas alternativas.
Porque el amor armoniza a las partes en conflicto y así retorna la salud.
Pero el dualismo crea divisiones irreconciliables que llevan a las partes a una guerra eterna.
-Martín Macedo-
No hay comentarios:
Publicar un comentario