Cuando restringimos la urgencia de reaccionar y creamos un espacio para que la energía de Integridad penetre en nuestro ser, esta energía espiritual tiene un efecto transformador y purificador en nuestra conciencia.
Por ejemplo, el solo hecho de reprimir un ataque de ansiedad no eliminará el miedo profundo ni evitará que el ataque vuelva a generarse.
Sin embargo, la Restricción cumplirá con este cometido porque cuando la aplicamos con la convicción y la intención de eliminar el Pan de la Vergüenza, actuamos justo en la raíz del problema.
Es decir, tener la certeza de que nos estamos transformando de seres reactivos a seres pro-activos para generar Integridad. Y esta Integridad iluminará la raíz oculta de nuestra ansiedad. Además también depurará y corregirá la causa y eliminará gradualmente el pánico de nuestras vidas.
En la dimensión de la Integridad -en esa otra realidad- la des-integridad no tiene lugar. A través de la restricción podemos entrar en ese reino para arrancar, purificar y erradicar la ansiedad de nuestro ser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario