La luz infinita está en todos los seres.
Porque todos estamos hechos de energía.
Muchos no comprenden y creen que son seres físicos.
Ahí empieza el miedo.
El miedo es una enfermedad, la más difícil de curar.
Incluso cambiando la alimentación, haciendo yoga y recibiendo energía por los mejores sanadores; viajando a la India y a los principales centros espirituales del mundo, la identificación con el cuerpo seguirá creando un miedo constante que no deja ver la luz infinita.
Por eso Jesús enseñaba que la verdad nos liberará.
La verdad es que somos pura energía teniendo una forma temporal.
Quien no comprende la verdad se apega a su cuerpo y teme por su muerte.
El miedo puede tomar muchas formas; miedo a los microbios, miedo a las arañas, miedo a los robos, miedo al cáncer, miedo a la pobreza.
La salud infinita requiere superar esta ilusión.
Quien está controlado por el ego piensa: "soy este cuerpo y debo cuidarme".
Quien comprende la Verdad piensa: "soy una parte del Universo y dispongo de todo lo que deseo, ahora y para siempre".
Y practicaré día y noche el arte de la manifestación para que todo lo que deseo tome forma física lo más pronto posible.
El miedo no deja ver nada.
Por eso es la peor enfermedad.
Es como un Rey que ha perdido el juicio.
Y se sienta en la entrada del templo a suplicar por una moneda.
Y el Universo le dará monedas.
Porque eso es lo que él pide y las palabras que son dichas con total sinceridad son la matriz de todas las formas y de todas las experiencias.
-Martín Macedo-
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