domingo, 29 de marzo de 2020

A modo de reflexiones…

A modo de reflexiones…
"Ahora nos enfrentamos a un virus, que está causando grandes estragos a nivel mundial. La respuesta se encuentra vinculada a los ciclos naturales y a los conocimientos de la Medicina Tradicional China, entre otras que puedan existir en el mundo. ¿Qué es el virus? Es algo tan pequeño que resulta imperceptible para un microscopio común. Como el Chi, es la parte más pequeña y la energía vital de la naturaleza es algo que escapa al ojo común. Creo que es un error pensar que el virus nos “ataca” porque lo cierto es que prefiere vivir en otro cuerpo que en el nuestro. Es sabido como Tales de Mileto ha dicho, que el agua es el origen de todas las cosas que existen. Nosotros nos distinguimos de otras criaturas por cómo dirigimos el agua por nuestro organismo. Por ejemplo: ningún animal puede transpirar como nosotros. Desde el origen somos diferentes. Nuestro cuerpo es creado por la interacción de la Fuerza del Cielo y la Fuerza de la Tierra, por la Fuerza Creadora, por Dios, llámenla como lo sientan, lo que si es que ha evolucionado por miles de generaciones y esa evolución es una armonización con todas las entidades vivas. Por lo que no hay razón de que el virus ataque a las personas, porque podemos ajustar nuestras emociones y en ese estado nos fortalecería por sobre otras criaturas. Pero nos olvidamos de que, en el último tiempo, somos nosotros los que hemos puesto a la ciencia en lugar de Dios, maltratamos a la tierra y así colaboramos en la causa de anomalías climáticas, tsunamis, terremotos, inundaciones, sequías, etc. Este es un escenario propicio para que crezca cualquier virus. Todos buscan el origen del virus: en el hombre, en otras criaturas, en entornos geográficos, en los cambios climáticos, etc. Cuando la naturaleza cambia, todo cambia: el surgimiento del virus es natural y también lo es la forma de solucionarlo. Cuando el Chi cambia, nosotros cambiamos, por eso debemos afinar nuestra sintonía con la naturaleza en vez de seguir apartándonos de ella. Ese es el camino del Tao. Hoy en China se incluyó a la Medicina Tradicional China dentro de los tratamientos y se pudo revertir la situación, restableciendo la salud de los pacientes con hierbas y acupuntura. La medicina moderna todavía no encontró la solución a esta epidemia. Para la visión de la medicina china lo importante es encontrar el origen del problema, se soluciona la parte más simple para luego llegar a la parte más compleja, entonces encontrar la relación del Chi y solucionar esa armonización es la técnica de la Medicina Tradicional China.
La experiencia de China nos permite saber cómo posicionarnos frente a este virus. En el día de hoy, ya están saliendo de sus casas, yendo a los Parques, retomando sus tareas diarias, etc. Para el Tao no hay cosas malas o buenas, solo hay movimiento, cambio, transformación, mutación y transmutación. Entendemos que todos los cambios están relacionados con la naturaleza y, en palabras de Lao Tse: “el hombre sigue la ley de la Tierra, la Tierra sigue la ley del Cielo, el Cielo sigue la ley del Dao y el Dao sigue su propia ley”.
Todo tiene una relación. Entendamos la relación de los humanos entre sí, con la Tierra, de la Tierra con el Cielo y la del Cielo con el Dao. De esta manera es cómo podemos encontrar un mejor lugar para vivir. La naturaleza es una fuerza irrefrenable de nacimiento: Nacer y renovar, tal es el camino del Dao. Al entender eso entonces lo que hacemos es levantar las defensas emocionales, mentales, energéticas y físicas. A lo largo del mundo, las personas somos iguales. Tenemos cinco dedos en cada mano, una cabeza, dos piernas, etc. Hay algo, sin embargo, en lo que nos diferenciamos: el entendimiento.
En este camino que nos toca transitar, hay que tener un pensamiento o mejor decirle pensasiento saludable, estar alineado nuestro sentir con nuestro pensar, porque somos seres sintientes y pensantes, o como le llama el Maestro José Luis Padilla de la Escuela Neijing, senti-mental. En nuestra vida buscamos cómo encontrar la armonía, que es la única forma de funcionamiento del universo. Tenemos diferentes formas de realizar esa búsqueda. Para la Medicina Tradicional China y para otras Tradiciones del planeta, nosotros estamos en relación con el Sol, la Tierra y la Luna. Somos una pequeña e ínfima parte de este macrocosmos. Cuando comprendemos la ubicación de los cambios y su naturaleza, es que podemos alinear nuestro Chi con los cambios universales y vernos favorecidos. La Tierra está en completa relación con el Universo y sus movimientos, cambios…
Podríamos aprovechar esa relación y así estar en relación saludable con la energía universal."

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