Nada es casual en el Universo. Todo tiene una lógica y una razón de ser. Que podamos descifrarlo fácilmente o no, es otra cuestión, pero esa lógica está y es perfecta. Por eso, desde esta corriente interpretamos el mensaje de esta pandemia que azota al mundo entero.
Pablo Almazán es el creador de una corriente llamada Bioexistencia Consciente con la cual desafía la creencia en la Ley de la Atracción a través de una propuesta superadora: no atraemos sino que somos creadores de todo lo que nos sucede. Bajo esta idea, el síntoma es el gran maestro que nos indica a dónde ir para comprender y sanar una historia pasada. Ahí, no solo se modifica la biología sino la realidad completa de la persona.
Esta corriente que fusiona la Decodificación Bioemocional y su profundización transgeneracional llamada REORIxINS, liderada entonces por Pablo Almazán y Lucrecia Bianchi, decodifica qué hay detrás de esta pandemia denominada: Coronavirus y de sus múltiples síntomas.
¿Por qué el Coronavirus se puede interpretar como una enfermedad que nos invita a sanar?
Para algo estamos creando, según la mirada de Humano Puente y la Bioexistencia Consciente, esta pandemia llamada “Coronavirus”. Más allá de la gravedad real o no, el pánico fundado o infundado, o si el supuesto origen del virus es el que se ha difundido, hoy la realidad está teñida de un solo color en todo lo que se ve y, de un sonido, en todo lo que se oye. Es el Coronavirus el que está en boca de todos a lo largo y ancho del planeta. Por eso, nos permitimos leer este escenario que hoy tiene a la humanidad alerta.
Comprendemos de otra manera a los síntomas, porque sabemos y lo comprobamos día a día, que siempre nos hablan de los dolores del alma. De recuerdos que anidaron muy profundo en nuestro inconsciente y que hicieron, que nuestra biología, se manifestara de determinada manera para intentar resolver o reparar aquella herida.
¿Por qué se manifiesta a través de una enfermedad?
Porque el cuerpo físico es el que intenta tapar los huecos invisibles del alma. Es pesado gestionar en la materia lo que duele en planos intangibles. Pero así intenta hacerlo día a día nuestra biología. Genera inflamaciones, tejidos, segrega fluidos, se rompe, mutila, se paraliza, multiplica y se auto destruye.
Todo eso y más, hace nuestro cuerpo por intentar ayudarnos. Interpreta nuestras emociones que están vinculadas, directamente, a nuestro sistema individual de creencias.
¿Qué significan entonces estos síntomas?
Debemos saber leer lo real y lo simbólico (que tiene directa conexión con lo cultural) para interpretar las respuestas que está intentando dar la biología. Es así que decimos, en Humano Puente, que el síntoma siempre es la puerta de entrada al Ser. Porque es la punta del hilo por donde podemos comenzar a transitar un camino de revelaciones, de tesoros que nos enseñarán que, detrás de esos dolores, estaba escondida una historia que necesitaba ser sanada. Una historia que contaba ese dolor del alma y por el cual, nuestra biología y nuestra realidad, se sostenían desde ese punto. Todo síntoma tiene su propia lógica, su propio código, su propio lenguaje. Nada es casual en el Universo. Todo tiene una lógica y una razón de ser. Que podamos descifrarlo fácilmente o no, es otra cuestión, pero esa lógica está y es perfecta.
¿Cómo llegaron a la conclusión que el síntoma esconde "dolores del alma"?
Desde Humano Puente tenemos esa certeza tras haber acompañado a muchísima gente con diferentes síntomas y haber visto los resultados, en sus biologías y realidades, tras sanar profundamente sus dolores. El Universo responde a esa lógica. De otra manera la realidad colapsaría. Nada escapa a esa ley y la naturaleza no desperdicia energía. Una célula, muta su función en un cuerpo y decide, por ejemplo, volver permeable un intestino, haciendo un esfuerzo enorme pero con un sentido, con un propósito.
Está intentando reparar la emoción de esa persona en la materia. Entiende que tiene que hacer eso como una solución. De la misma manera, los virus que surgen y mutan, también lo hacen para algo. Si no, tampoco tendría sentido su existencia.
¿Qué información nueva traen los virus?
Los virus necesitan de las células de organismos vivos para multiplicarse. Esta conexión aportará una información nueva al organismo.
Desde el punto de vista de la evolución de las especies, los virus son un medio importante de transferencia horizontal de genes, la cual incrementa la diversidad genética.
Claramente, según la ciencia, tienen una directa conexión con nueva información necesaria para la evolución. Se pueden encontrar rastros de ADN viral desperdigados por todo el genoma humano. Cuando ocurre una pandemia o una epidemia en algún momento de la evolución, la población que es “atacada” por el virus, podemos decir que se adapta o se extingue. La adaptación y evolución de la especies, entonces, en gran medida, se debe a lo aportado por los virus, más que a las condiciones “externas” ambientales. Es por eso que uno de los datos más sorprendentes, según los investigadores, es que el 30% de todas las adaptaciones proteínicas, sucedidas desde que los humanos se separaron de los chimpancés, han sido impulsadas por virus.
Todos los organismos han vivido con virus durante miles de millones de años.
No todos los virus provocan enfermedades, ya que muchos se reproducen sin causar ningún daño al organismo o apenas unos leves síntomas.
Pero cada vez es más frecuente la aparición de nuevos virus, lo cual nos llevaría a pensar que, en materia de evolución humana, estamos viviendo un aceleramiento tan marcado, que hace necesaria la permanente actualización de información a nuestras células para poder reemplazar procesos que antes llevaban milenios.
Para que se produzca una epidemia o pandemia, no alcanza con una situación puntual vivida por un pueblo oprimido, se necesita de una situación global, tan global que abarque al propio universo creado, en todas sus capas.
La manifestación de los síntomas de cada virus en particular tiene una directa relación con el conflicto que la persona está atravesando. Ésta, necesita que ese Virus le otorgue una información para reaccionar biológicamente de esa manera por lo que está transitando emocionalmente.
¿Las epidemias nos hablan de conflictos que claramente estamos viviendo como individuos, pero también en lo colectivo?
Claro. Como fractal y células de un mismo gran cuerpo que es la humanidad. Es por eso que las enfermedades nos hablan de nuestra historia personal y colectiva. En este caso, con el Coronavirus, me permito sentir qué es lo que nos puede estar contando y abrir esta puerta para intentar buscar la lógica del “para qué” sucede esto hoy en nuestra realidad.
¿Y para qué?
Te voy a mencionar todos los elementos sueltos que describen este suceso porque me gustaría que juntos comprendamos la lógica que hay detrás.
- Origen: Wuhan, China. (es considerado como el centro político, económico, financiero, comercial, cultural y educativo de China central).
- El segundo país mayormente infectado es Italia (originándose en el corazón productivo italiano, donde se encuentra la gran Metrópoli que muchos consideran la capital “moral” del país: Milán, capital de Lombardía, la región más grande y rica de Italia).
- Los coronavirus deben su nombre al aspecto que presentan, ya que tienen algo que es muy parecido a una Corona.
- Sabemos que los murciélagos, actúan como reservorios de este virus, que ha mutado para transferirse a los humanos.
- Para la cultura China, la simbología del murciélago está relacionada con la felicidad o buenos augurios, su nombre significa felicidad o alas abrazadas. En los casamientos se solían regalar objetos con dibujos de murciélagos para garantizar un matrimonio feliz.
En Occidente y gran parte del mundo, por el contrario, los murciélagos han causado temor entre los humanos a lo largo de la historia y aparecen en multitud de mitos y leyendas, así como también es conocida su relación con el demonio o Ser del inframundo que habita la noche.
- El nuevo Coronavirus (al igual que los anteriores Coronavirus) misteriosamente esquiva a los más jóvenes. En este caso, China no ha informado, hasta el momento, de un solo niño muerto, sin embargo, es letal para personas adultas mayores. La ciencia aún desconoce la razón, ya que muchos otros virus suelen ser especialmente peligrosos para los muy pequeños y los muy mayores.
- Contagio por vías aéreas superiores.
- Síntomas: dolor de garganta, fiebre, dificultades para respirar, falta de aliento y neumonía.
Ya expuestas las características que todos conocemos, comencemos a buscar la lógica. Cuando trabajamos sobre cualquier síntoma, siempre hay que ir a los primeros momentos. Allí tenemos la información que nos sirve para “ver el mapa” del conflicto. Luego, cuando un cuerpo está con muchos órganos “tomados” perdemos el hilo conductor del conflicto y nos es más difícil ver el origen.
Entonces planteemos, esta primera etapa del virus, ¿qué información nueva debemos incorporar?
Desde la simbología, es una información que nos habla de una Corona, una autoridad máxima. De esas que es imposible cuestionar. Puede haber sido algo que para la población china haya comenzado como una señal de buenos augurios, pero terminó sintiéndose como peligroso o amenazante (haciendo referencia a los 2 significados simbólicos del murciélago). Esto también puede llevarnos a ver que, lo que para un lugar del mundo es un buen augurio o una promesa de abundancia y prosperidad, desde otros lugares, puede ser visto como una amenaza o un peligro.
¿De qué nos hablan los síntomas del Coronavirus?
En un primer lugar, de un miedo en el territorio, en el que se ve afectada la comunicación (garganta: laringe) y que puede haberse vivido como una invasión, amenaza o usurpación con miedo a morir o sufrir una gran pérdida (la neumonía es una reparación de los pulmones luego de haber pasado por ese paquete conflictivo). En algunos casos, ese miedo o terror a morir, provocado mayormente por una autoridad, es tan grande que finaliza con una fibrosis pulmonar (un intento más profundo de reparación)
¿Por qué el segundo país afectado es Italia? ¿Qué representa China y qué representa Italia para el colectivo de la humanidad? ¿Acaso son los íconos de Oriente y Occidente? ¿Será ese el significado que hay detrás de la “corona”?
Parece que China es “la nueva corona” que está surgiendo en este tiempo y que, visiblemente, eso no agrada a muchas estructuras de Occidente. La zona de Italia, cuya capital es Roma, es sinónimo de la “corona antigua”, de donde surgió la gran conquista, con todo lo que acompañó a ese proceso y modelo de pensamiento político y religioso. Como decía anteriormente, los virus intervienen en nuestro poder de adaptabilidad y evolución.
¿Por qué afecta más a la gente adulta?
Los conflictos con la autoridad y de adaptación a los cambios (hablando en términos “virales”) son más difíciles de gestionar por la gente adulta.
Podemos decir, también, que tienen una estructura mental más rígida y una mirada más autoritaria de la realidad. Son más estructurados. Los niños y jóvenes, por el contrario, son permeables a los cambios, poseen una capacidad de adaptación permanente y aún no tienen una estructura más rígida. Son una nueva generación de mentes libres que no se dejan influenciar por aquellas antiguas estructuras, ya sean políticas, informativas, religiosas o de autoridad. Por eso tal vez son los menos afectados por los Coronavirus en general.
Esto es una invitación a lo que siempre proponemos hacer: mirar dentro de nosotros mismos. Este mapa que vemos desplegado “fuera” nos habla de algo muy interno y antiguo de nuestras propias historias. Historias que aún nos pesan tanto que, por alguna perfecta razón, necesitamos ponerlas en el escenario que estamos creando allí afuera, en ciclos perfectos para poder trascenderlo.
¿Cuáles son los conflictos con la autoridad que tenemos? ¿Cuál es esa “corona” a la que tememos tanto y que sentimos como incuestionable o como amenaza invasora?
Tenemos en nuestras memorias a conquistadores y conquistados. Esta historia es tan antigua como la humanidad misma. Estos conflictos entre los “poderes” actuales (políticos, financieros y económicos) son los que vemos “guerrear” hoy en los mercados y en las telecomunicaciones y representan, de manera simbólica, las guerras de antaño. Nuestros inconscientes y, por lo tanto, también nuestras biologías, desconocen la diferencia entre lo real y lo simbólico.
Algo nos está haciendo “ruido”. Nuestro cuerpo está reaccionando a todo este rebalanceo de poder, que va desde la más pequeña de las manifestaciones de los jóvenes, hasta el indudable ascenso de Oriente, con China a la cabeza, que ahora asume su lugar en el trono simbólico de la humanidad.
Es allí donde se origina este virus que, a modo de microchip, esparce su información al mundo, llevando una actualización del sistema, a los actuales países poderosos de la Tierra.
¿Entonces para qué debería servirnos esta información?
Que esta información sea un impulso de evolución y nos sirva para sanar nuestras historias, para no necesitar crear más luchas entre “coronas” ni sucumbir a ellas.
Que seamos capaces, más allá de poder verlo o analizarlo a nivel colectivo, de introducirnos en nuestras propias estructuras rígidas y en nuestros propios conflictos con la autoridad para sanar, desde allí, el primer fractal de este conflicto global. Que todo esto que “vemos” sea el impulso que necesitábamos para descubrir la propia corona, la de nuestra propia fortaleza como individuos y como humanidad toda. Esa corona indispensable para asumir nuestro poder interno y hacernos responsables de nuestra vida y de nuestras creaciones.
"De ese modo, cada uno podrá crear, desde uno mismo, un universo más sano", concluyó Lucrecia Bianchi.
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