Muchos piensan que la zona de confort
está compuesta por todas aquellas situaciones agradables que nos rodean y que
traen placer a la vida. La verdad es que no es así. La zona de confort la componen todas las situaciones, las que
suman y las que restan, a las que ya estamos acostumbrados y
que diseñan una rutina. Esa rutina, así sea detestable, nos evita cuestionar,
pensar, tomar decisiones.
Ese es el único confort que nos
procura: el de movernos por inercia. La zona de confort es como esa
burbuja en la cual nos resguardamos para que todo siga igual. Aún
si nos quejamos y nos parece insoportable, seguimos ahí por esos miedos y ese
facilísimo que se convierten en hábito.
El precio es muy alto. No salir de la zona de confort es prácticamente renunciar a la
vida, al crecimiento. Seguimos ahí, vegetando, mientras los años
pasan y nuestra vida se empobrece cada vez más. Aquí hay diez buenas
razones para que hagas algo importante por ti mismo: salir de tu zona de confort.
1. Descubrirás potencialidades que no
conocías
No es una frase de cajón. En
realidad, es sorprendente todo lo que llegamos a descubrir acerca de
nosotros mismos cuando nos atrevemos a hacer algo que se sale
de lo habitual. Cuando nos decidimos a ir tras algún objetivo que no creíamos
ser capaces de lograr. En cada ser humano hay muchas habilidades y
destrezas que están ahí, dormidas, esperando una ocasión para manifestarse.
En la rutina se impone la ley del
menor esfuerzo, porque precisamente para eso se diseña. Solo las situaciones excepcionales nos exigen lo mejor de nosotros
mismos. Y ahí es cuando descubrimos que podemos hacer mucho más de
lo que creíamos.
2. Lograrás ser más flexible
Cuando te instalas en un solo punto
de vista, sin darte cuenta, dejas de percibir muchos ángulos de la realidad,
tal vez más provechosos o interesantes. Salir de la zona de confort te
permite aproximarte a nuevas formas de mirarte y de mirar tu vida.
Esto se traduce en una mayor
flexibilidad en tus apreciaciones y en el modo en que vives. En otras palabras:
te vuelves más adaptable. Y una mayor capacidad de adaptación se traduce en más
habilidad para sortear cualquier situación difícil.
3. Adquirirás mayor confianza en lo
que eres
Cuando descubres que lo único que te faltaba
era decisión y que en realidad, eres capaz de hacer muchas más cosas de
lo que creías, inmediatamente aumenta la confianza que tienes en ti mismo y
comienzas a realizar todo aquello que en un principio tenías miedo.
La inseguridad se alimenta precisamente
de no intentarlo. Si dejas de pensar tanto y más bien actúas, más
temprano que tarde te das cuenta de que en verdad, puedes ir mucho más allá de
lo que imaginabas. Y sentirás más aprecio por lo que eres.
4. Eliminarás muchos miedos
Los mayores miedos nacen de la indecisión y de la
inercia. El miedo crea su propio círculo vicioso: como tienes miedo, entonces
no lo intentas y te quedas donde estás. Y como no lo intentas, el miedo se
enquista y crece.
La mayoría de las veces, por no decir
que todas, el solo hecho de actuar disipa un miedo. Por lo general, el temor se va diluyendo a medida que se avanza.
Lo único difícil es comenzar; si lo haces, notarás cómo muchos de esos grandes
temores desaparecen.
5. Sentirás que tu vida es más
emocionante
Atreverte es algo que le imprime una
sensación de aventura y desafío a tu vida. Las rutinas llevan a una
sensibilidad muy plana, en la que todo es predecible y, por lo mismo,
frecuentemente aburrido. El cambio remueve el mundo emocional. Se
desempolvan sensaciones muy agradables como la capacidad de sorpresa, la
curiosidad y el afán de descubrir.
6. Se incrementará tu creatividad y
tu inteligencia
Hasta las grandes inteligencias se estancan cuando
no se les ofrecen estímulos permanentes. La inteligencia es como un músculo,
que necesita ejercitarse para funcionar bien. La rutina apenas si te exige un
uso mínimo de tus capacidades intelectuales.
Lo mismo pasa con la creatividad.
Solo las situaciones nuevas provocan nuevas respuestas y nuevas
soluciones. Salir de la zona de confort es darle ocasión a
tu creatividad y a tu inteligencia para que se manifiesten.
7. Crecerán tus ganas de vivir
Cuando la vida deja de ser una eterna repetición de
lo mismo, se torna muchísimo más interesante y digna de ser vivida. Si te sientes
más a gusto contigo mismo y poco a poco descubres que eres capaz de mucho más
de lo que imaginabas, seguramente va a aumentar tu aprecio por la vida.
8. Desarrollarás una mejor manera de
relacionarte con los demás
Para poder tener buenas relaciones con
otros, primero debemos tener una buena relación con nosotros mismos. Si
no estás a gusto con lo que eres, o lo que haces, difícilmente podrías ser
capaz de valorar lo bueno de todas las personas que te rodean.
Salir de la zona de confort,
descubrirte, vencer miedos y sentirte más feliz de vivir es algo que redundará
en una mejor relación con los demás. Notarás cómo los conflictos disminuyen y tienes mayor capacidad para ver lo
bueno de cada persona.
9. Experimentarás más intensamente el
aquí y el ahora
Experimentar el aquí y él ahora es
una forma de plenitud. Cuando los esfuerzos, la atención y el entusiasmo se
concentran en el momento actual, es porque ese instante es un tiempo de
realización personal. Salir de la zona de confort no
te deja espacio para otra cosa que no sea atender al presente.
Necesitas toda tu atención y todo tu empeño para sortear esa situación novedosa
que se extiende frente a ti.
10. Te harás más independiente
Al incrementar la confianza en tus
propias posibilidades, sentirás que necesitas de los demás de una manera
diferente. Es un complemento maravilloso de lo que eres, no tus bastones, ni
tus refugios. Ser independiente, a la vez, afianza aún más
la seguridad en lo que eres y te permite sentir con mayor
fuerza el valor de la libertad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario