Dejarse de tonterías significa, a grandes rasgos:
-Encabezar las preguntas que te haces en relación a un problema o circunstancia de manera distinta: sustituir el ¿por qué? por el ¿para qué? Le encontrarás un sentido nuevo a todo.
-A la hora de tomar decisiones, centrar las preguntas que te haces al respecto en ti y, una vez más, olvidarte todo lo que puedas de los factores externos.
-Dejar de centrarte en los obstáculos y centrarte en las posibilidades, en las oportunidades.
-Olvidarte del resto del mundo
-Dejar de esperar —y necesitar— la aprobación de los demás. Hacer las cosas por y para ti.
-Dejar de ver el error como algo "negativo" y empezar a verlo como parte del proceso.
-Decir que no a más cosas y sí a menos, aunque en estos casos sea un Sí en mayúsculas. Esto es poner foco. Elegir cuatro cosas, darlo todo en ellas y olvidarte del resto. Lo que no suma resta. Basta ya de hacer un montón de cosas pero todas a un nivel mediocre.
-Dar todo de ti en todo lo que te empleas: una relación, un proyecto, etc. por pequeño que parezca. Si te importa, entrégate porque al final es muy cierto aquel dicho de “como haces una cosa las haces todas”. Si no te importa, sencillamente, no lo hagas.
-Desapegarte del resultado. Lo emocionante es el proceso. Lo que tenga que ser al final, será.
Fluye un poco con la vida. Al fin y al cabo, no tenemos ni idea de lo que realmente nos conviene. ¿O no te ha pasado nunca que, echando la vista atrás, recuerdas hechos que, en su momento viviste como una tragedia, y pasado un tiempo, le das gracias a la vida porque aquello fue lo mejor que podía haberte pasado? ¡Pues aplícate el cuento!
Fluye un poco con la vida. Al fin y al cabo, no tenemos ni idea de lo que realmente nos conviene. ¿O no te ha pasado nunca que, echando la vista atrás, recuerdas hechos que, en su momento viviste como una tragedia, y pasado un tiempo, le das gracias a la vida porque aquello fue lo mejor que podía haberte pasado? ¡Pues aplícate el cuento!
-Acabar lo que empiezas.
-Comprometerte.
-Decir sí a todo lo que te trae la vida —incluso a aquello inesperado o aparentemente desfavorable— y aprovecharlo como la oportunidad que es para tu bien, de un modo u otro.
-Darte el permiso para soñar y para ir a por tus sueños sabiendo que los mereces.
-Salir de tu zona de confort a menudo y voluntariamente.
-Tomar tu miedo y hacer lo que tengas que hacer de igual modo.
-Tomar las decisiones desde el corazón.
-Pensar menos y sentir más. Actuar más —cuando lo sientas— también.
-Detenerte cuando te sorprendas divagando en el pasado o el futuro y centrarte en el momento actual y hacer todo lo que puedas ahora.
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