El alma descubierta, en tiempos oscuros, brilla como el oro

"Amigas y Amigos, no se desanimen. Estamos hechos para estos tiempos. He escuchado de tantas personas que recientemente están profunda y debidamente desconcertadas. Están preocupados por el estado de las cosas en nuestro mundo ahora. El nuestro es un momento de asombro casi diario, y a menudo de justa rabia por los últimos deterioros de lo que más le importa a la gente civilizada y visionaria.

La nuestra no es una tarea de arreglar el mundo entero de una sola vez, sino la de extenderse para arreglar la parte del mundo que está a nuestro alcance. Cualquier pequeña y calmada cosa que un alma pueda hacer para ayudar a otra alma, para ayudar a alguna parte de este pobre mundo que sufre, ayudará inmensamente. No nos es dado saber qué actos o por parte de quién, habrán de causar que la masa crítica se incline hacia un bien duradero.

Lo que se necesita para un cambio drástico es una acumulación de actos, sumar, sumar a, sumar más, continuar sumando. Sabemos que no hace falta que todos en la Tierra traigan la justicia y paz, sino sólo un grupo pequeño y decidido que no se rinda durante el primer, el segundo o el centésimo vendaval.

Una de las acciones más apacibles y poderosas que puedes hacer para intervenir en un mundo tormentoso es ponerte en pie y mostrar tu alma. El alma descubierta, en tiempos oscuros, brilla como el oro. La luz del alma lanza chispas, puede enviar destellos, encender señales de fuego, hace que se activen los temas o asuntos apropiados. Mostrar la linterna del alma en tiempos oscuros como estos - ser feroz y mostrar consideración o compasión hacia los demás; ambos son actos de inmensa valentía y de gran necesidad.

Las almas que están teniendo dificultades reciben la luz de otras almas que están encendidas y dispuestas a mostrarse. Si quieres contribuir a calmar el caos, esta es una de las cosas más potentes que puedes hacer. Siempre habrá momentos en los que te sientas desanimado. Yo también he sentido la desesperación muchas veces en mi vida, pero no guardo una silla para ella. No la contemplaré. No tiene permiso para comer de mi plato.

La razón es esta: En mis huesos más profundos, yo sé algo, igual que tú. Sé que no puede haber desesperación cuando recuerdas por qué viniste a la Tierra, a quién sirves y quién te envió aquí. Las buenas palabras que decimos y las buenas acciones que hacemos no son nuestras. Son las palabras y las acciones de “ese algo” que nos trajo aquí. Desde este espíritu, espero que escribas esto en tu pared: Cuando un gran barco está en el puerto y amarrado, es seguro, no puede haber dudas. Pero no es para eso para lo que se construyen los grandes barcos".

Clarissa Pinkola Estes

................ENGLISH..........

We were made for these times

“My friends, do not lose heart. We were made for these times. I have heard from so many recently who are deeply and properly bewildered. They are concerned about the state of affairs in our world now. Ours is a time of almost daily astonishment and often righteous rage over the latest degradations of what matters most to civilized, visionary people………

Ours is not the task of fixing the entire world all at once, but of stretching out to mend the part of the world that is within our reach. Any small, calm thing that one soul can do to help another soul, to assist some portion of this poor suffering world, will help immensely. It is not given to us to know which acts or by whom, will cause the critical mass to tip toward an enduring good.

What is needed for dramatic change is an accumulation of acts, adding, adding to, adding more, continuing. We know that it does not take everyone on Earth to bring justice and peace, but only a small, determined group who will not give up during the first, second, or hundredth gale.

One of the most calming and powerful actions you can do to intervene in a stormy world is to stand up and show your soul. Soul on deck shines like gold in dark times. The light of the soul throws sparks, can send up flares, builds signal fires, causes proper matters to catch fire. To display the lantern of soul in shadowy times like these – to be fierce and to show mercy toward others; both are acts of immense bravery and greatest necessity.

Struggling souls catch light from other souls who are fully lit and willing to show it. If you would help to calm the tumult, this is one of the strongest things you can do. There will always be times when you feel discouraged. I too have felt despair many times in my life, but I do not keep a chair for it. I will not entertain it. It is not allowed to eat from my plate.

The reason is this: In my uttermost bones I know something, as do you. It is that there can be no despair when you remember why you came to Earth, who you serve, and who sent you here. The good words we say and the good deeds we do are not ours. They are the words and deeds of the One who brought us here. In that spirit, I hope you will write this on your wall: When a great ship is in harbor and moored, it is safe, there can be no doubt. But that is not what great ships are built for.”

Clarissa Pinkola Estes