Si deseas manifestar Abundancia en tu vida, es preciso que comprendas
que en último término en el mundo sólo hay dos energías y en cada circunstancia
o momento, lo sepas o no, vives acompañado por una de ellas (Amor y Miedo).
Quizá no seas consciente pero esto es algo que ya has venido haciendo hasta
el momento. Una de estas energías es el amor – que genera Abundancia–
y la otra es el miedo. Ambas son energías creativas
y están constantemente en funcionamiento. El amor genera abundancia y el miedo genera escasez. En cada momento de tu vida pregúntate ¿Estoy
decidiendo desde el amor o desde el miedo?
El miedo genera y manifiesta escasez en tu vida.
El miedo
te inmoviliza, te paraliza, te agarrota, te impide afrontar nuevos retos y
desafíos, te hace desconfiar de las personas, te lleva a pensar en pequeño y a
enfocarte en lo que no quieres en lugar de en lo que sí que quieres… Y la
consecuencia de todo esto es que tu vida funciona a una velocidad más lenta.
El
miedo te mantiene atado con una cuerda invisible a esa rutina silenciosa que
manifiesta escasez en tu vida.
El miedo es una energía densa que te hace pensar que tú no
puedes, que no lo mereces, que alguien te engañará o que están en tu contra,
que perderás todo lo que tienes si haces algo diferente.
Miedo es no cambiar
las cosas por si pierdes o porque sientes que cuentas con pocas posibilidades
de que te salgan bien.
Miedo es esperar a mañana y desconfiar de otras
personas; es aferrarte a tus ideas, trabajos o personas de siempre que sabes
que no funcionan.
Miedo es ni siquiera atreverte a soñar un futuro más
prometedor para tu vida para no sentirte decepcionado si no lo consigues y no
ser ni tan siquiera consciente de ello.
Miedo es conformarse y no sentirte
merecedor de la infinita abundancia que la vida quiere ofrecerte.
El amor acelera los tratos, las relaciones y los
resultados. La abundancia es la consecuencia natural de vivir con
confianza y desapegado de los resultados.
El amor te mueve, te hace vibrar, te
invita a afrontar nuevos desafíos aun siendo consciente de que muchos de ellos
no llegarán al lugar que planeaste inicialmente.
El amor te hace pensar en grande pero actuar en pequeño, te impulsa a
enfocarte en aquello que verdaderamente deseas, el amor acelera los resultados
y permite que tus objetivos se manifiesten en menos tiempo.
El amor es confiar en que cuando requieres algo generarás los recursos, el
amor es pensar que te lo mereces por el mero hecho de ser un ser humano. El
amor es entrar en acción hoy, ahora mismo.
Amor es cambiar de opinión si tienes que hacerlo, reír, disfrutar y vivir
cada momento como lo que es, un regalo con fecha de caducidad que nos hace la
vida.
Amor es saberte merecedor de la abundancia de la vida en cualquiera de sus
manifestaciones.
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