Ama incondicionalmente, no pidas nada a cambio.
Todo crecimiento requiere amor, pero amor incondicional. Si el amor impone condiciones, el creci-miento no podrá ser total porque esas condiciones se interpondrán. Ama incondicionalmente, no pidas nada a cambio. Recibirás sin pedirlo —lo convertirías en otra cosa—, pero no seas un mendigo. En el amor, sé un emperador. Solamente da y observa qué se genera: recibirás mil veces más. Pero tienes que aprenderte el truco. De lo contrario seguirás siendo un avaro; darás un poco y esperarás recibir algo, y esa espera y esa expectación destruirán toda la belleza de tus actos.
Cuando estás aguardando y esperando, la otra persona siente que eres un manipulador. Puede que lo diga o puede que no, pero siente que eres un manipulador. Y cuando uno siente que la otra persona está intentando manipularla, se rebela contra ello porque va contra lo que requiere el alma, ya que cualquier exigencia que provenga del exterior te desintegra. Cualquier exigencia del exterior te divide. Cualquier exigencia del exterior es un crimen contra ti, porque contamina tu libertad. Entonces ya no eres sagrado. Ya no eres el fin, estás siendo utilizado como un medio. Y el acto más inmoral del mundo consiste en utilizar a otra persona como un medio. Cada ser es un fin en sí mismo. El amor te trata como un fin en ti mismo.
No tiene que arrastrarte ninguna expectación. Así que hay que tener presentes algunas cosas. Una de ellas es amar, pero no como una necesidad sino como un compartir. Ama, pero no esperes; da. Ama, pero recuerda que tu amor no debería convertirse en una prisión para la otra persona. Ama, pero sé muy cuidadoso, estás pisando un terreno sagrado. Estás dirigiéndote hacia el templo más alto, más puro y más sagrado. ¡Mantente alerta! Deja todas las impurezas fuera del templo.
Cuando ames a una persona, ama a esa persona como si fuera un dios, ni más ni menos. Nunca ames a una mujer como mujer, ni a un hombre como hombre porque si amas a un hombre como hombre tu amor será muy ordinario. Tu amor no será más que lujuria. Si amas a una mujer como mujer, tu amor no se elevará muy alto. Ama a una mujer como a una diosa, y el amor se convertirá en adoración.
Cuando ames a una persona, ama a esa persona como si fuera un dios, ni más ni menos. Nunca ames a una mujer como mujer, ni a un hombre como hombre porque si amas a un hombre como hombre tu amor será muy ordinario. Tu amor no será más que lujuria. Si amas a una mujer como mujer, tu amor no se elevará muy alto. Ama a una mujer como a una diosa, y el amor se convertirá en adoración.
Osho
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