miércoles, 17 de octubre de 2018

La información no cura a nadie


No es suficiente con la información para curar.
Mucha gente busca información en internet para vencer sus enfermedades consideradas incurables por sus médicos.
En internet hay mucha información.
Y el que busca encuentra.
Entonces comienzan a aplicar cambios en sus hábitos basándose en la información que circula en las redes.
Que hay que beber jugo de limón todos los días.
Que hay que tomar 4 vasos de agua en ayunas.
Que hay que licuar granos de alpiste crudos y beber con el desayuno.
Y se consiguen algunas mejoras.
Y la gente se entusiasma porque consiguió fácilmente la información para obtener su curación.
Pero los resultados no son plenamente satisfactorios.
Porque la información no cura a nadie.
Nadie se cura ni transforma la química de su cuerpo con la información.
La información es sólo datos.
Es necesaria pero no es suficiente.
Es como querer construir una casa con la información que hay en los libros de arquitectura.
La gente sobre valora la importancia de la información.
La información es sólo conoci-mientos.
Para poder curar a alguien se requiere tocar su corazón.
Sólo darle información es como poner el arroz en la olla pero sin prender el fuego.
Se requiere despertar las fibras más nobles y puras del alma del enfermo.
E impulsarlo a dar el gran salto hacia su propia libertad.
Para ello el orientador debe tener mucha experiencia y confianza en su habilidad para aconsejar y resolver las dificultades que surjan durante el proceso.
Para formar consultores no es suficiente darles mucha información para hacerles sentir que están preparados.
La información se queda en la superficie.
Pero la sabiduría surge desde las profundidades del alma.
Y se desarrolla poco a poco como un gran roble que crece silenciosamente.
Hasta convertirse en un poderoso modelo que inspire a los demás.

-Martín Macedo-

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