Todo conflicto en el alma termina por crear un conflicto biológico

La cura del alma es inmediata aunque la cura del cuerpo puede tomar más tiempo.

Pero la gente quiere una cura del cuerpo y no le interesa en lo más mínimo el tema del alma.

Porque del alma se ocupa el sacerdote y el domingo cuando vaya a misa podrá consultarle.

Mucha gente es científica...está muy preocupada por las resonancias, el nivel de hormonas tiroideas, los valores de azúcar sanguíneo.

No ve la conexión entre el nivel de triglicéridos y el "alma".

No comprende que esta anomalía en los valores es una proyección de una enfermedad en el "alma".

Porque lo de adentro se proyecta afuera.

Pero si no hay comprensión se intenta forcejear con los efectos haciendo muchas veces un enorme daño como cuando se aplica radioterapia en los tumores o antibióticos para tratar una infección urinaria.

¿Cómo saber que el alma se ha curado?

Es muy simple....cuando desaparece todo rastro de miedo.

Los grandes maestros tienen ese poder....no sólo que ellos han aprendido a desplazar el miedo de su interior sino que también por medio de su palabra poderosa consiguen disiparlo en las personas que están abiertas a una nueva visión.

Cuando comprendemos que somos seres magníficos, infinitos, poseedores de una biología capaz de regenerarse espontáneamente cuando dejamos de agredirla....¿qué sentido tiene tenerle miedo a los virus o a las metástasis?

Los que temen están enfermos aunque no tengan signos físicos de enfermedad aún.

Pero si no sanan sus miedos.....tarde o temprano éstos se proyectarán en sus somas creando perturbaciones.

Todo conflicto en el alma termina por crear un conflicto biológico.

Toda la infelicidad del alma termina por resentir la fisiología del cuerpo.

El alimento de óptima calidad cura al mismo tiempo el cuerpo y el alma.

Masticar perfectamente un boul de arroz integral o sarraceno preparado por manos expertas y amorosas, genera un bienestar general...simultáneo en el interior y el exterior.

Por eso es fundamental el arte culinario.

Mucha gente cree que comer sano es incrementar el volumen de frutas y verduras.

Es un pequeño paso.

Pero no alcanza para crear la salud absoluta.

Es como un estudiante de facultad que cree que porque ha comprado los libros de texto ya ha aprobado el curso con honores.

-Martín Macedo-