¿Verdaderamente quieres la salud?
¿Qué tan poderoso es tu deseo?
¿Harías cualquier cosa para alcanzarla?
Sólo los que pueden contestar afirmativamente a estas preguntas están en condiciones de tener éxito.
El resto lo intentará por algún tiempo y luego lo dejará.
La macrobiótica no es para gente tibia.
La gente común carece de pasión.
Vive existencias sin significado, sin magia, sin norte.
Pero cuando aparecen las pruebas de la vida, se enciende el poder infinito.
Y ahí todo puede ocurrir.
Para alcanzar la salud primero debemos comprender su naturaleza profunda.
Si buscamos en la superficie, jugando con hierbas y pociones curativas, estamos alimentando falsas expectativas.
La salud no se consigue haciendo cosas.
Haga lo que haga, sea dieta, medicina china, masaje o cursos de cocina.
Tendrá obviamente beneficios pero al poco tiempo se sentirá que no ha avanzado casi nada.
Porque el origen profundo de la salud está en la mente.
Está en el pensa-miento de la salud.
Porque el pensa-miento es la semilla de la realidad física.
La salud debe comenzar con una decisión.
Porque es como hacer un viaje.
Voy a cambiar de frecuencia.
Voy a cambiar de estado.
Salgo de un estado de debilidad y carencia.
Entro en un estado de poder, fuerza y energía sin límites.
Este cambio debe operar ante todo en la mente.
Por esa razón "haciendo cosas" sin cambiar antes la actitud de la mente, es como esconderle los cigarros a un fumador obstinado.
Los que verdaderamente desean la salud infinita, se tomarán el tiempo para reflexionar profundamente sobre este aspecto antes de correr ansiosamente a la tienda de alimentos orgánicos.
Esta decisión debe ser formal.
Debe tener una forma, es decir debe estar por escrito y ser leída cada día al levantarse en voz audible para impresionar al subconsciente....cada día como una gota que golpea una y otra vez sobre una poderosa roca hasta que finalmente la quiebra.
Esa es la raíz profunda de la salud.
No lo es ni la clase de yoga ni los cursos de medicina china.
Pero la mayor parte de la gente es ansiosa y no tiene paciencia.
Como cuando compran un teléfono móvil y en vez de leer el manual comienzan ansiosamente a accionar todos los botones del teclado.
Porque están demasiado ansiosos por hacer que funcione.
El manual es algo intangible, y requiere de tiempo.
La semilla capaz de crear la salud infinita, es la idea, la intención, el propósito de alcanzarla.
Pero se la debe cuidar y alimentar cada día con lecturas, afirmaciones y el estudio de los textos básicos.
Porque si se descuida este aspecto comienzan las dudas y los miedos.
Y ahí la semilla puede morir.
Y si la semilla muere, no habrá ni árbol ni frutos.
Ni felicidad, ni salud, ni abundancia.
Porque todos los milagros comienzan en la mente.
-Martín Macedo-
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