lunes, 1 de octubre de 2018

Condiciona-miento humano

Hablaste sobre el no-problema, la no-existencia de nuestros problemas. Fui criado en una familia católica represiva y pasé veintiún años en un sistema educativo igual de loco. ¿Quieres decir que todas las capas de blindaje, todos los condicionamientos y las represiones no existen y pueden ser abandonadas inmediatamente? ¿Qué hay con las impresiones grabadas en el cerebro y en la musculatura del cuerpo?

Ésta es una pregunta muy importante. La pregunta es importante porque muestra dos enfoques diferentes respecto a la realidad interior del hombre.

El enfoque occidental consiste en pensar sobre el problema, encontrar las causas del problema, entrar en la historia del problema, en el pasado del problema, desarraigar el problema desde el principio mismo, desacondicionar la mente, o reacondicionar la mente, reacondicionar el cuerpo, sacar todas esas impresiones que se han dejado en el cerebro. Éste es el enfoque occidental. El psicoanálisis entra en la memoria; trabaja allí. Entra en tu niñez, en tu pasado; se desplaza hacia atrás. Descubre de dónde ha surgido el problema. Quizá hace cincuenta años, cuando eras un niño, el problema apareció en relación con tu madre; entonces el psicoanálisis irá hacia atrás.

¡Cincuenta años de historia! Es un asunto muy largo que has venido arrastrando. Y aún así no es de mucha ayuda porque hay millones de problemas. No sólo es cuestión de un problema. Puedes entrar en la historia de un problema; puedes buscar en tu autobiografía y encontrar las causas y quizá puedes eliminar un problema, pero hay millones de problemas. Si empiezas a entrar en cada problema para resolver los problemas de tu vida necesitarás millones de vidas. ¡Esto es absurdo!

Ahora bien, el mismo enfoque psicoanalítico se ha dirigido al cuerpo: El Rolfing, la bioenergética y otros métodos están tratando de eliminar las impresiones del cuerpo, de la musculatura. Una vez más, debes penetrar en la historia del cuerpo. Pero una cosa es cierta sobre ambos enfoques que están en el mismo patrón lógico: Que el problema viene del pasado, así que de alguna manera debe ser afrontado en el pasado.

Oriente tiene una perspectiva totalmente diferente. Primero, dice que ningún problema es serio. Al decir que ningún problema es serio, el problema está muerto casi al noventa y nueve por ciento. Toda tu visión cambia con respecto a él. Lo segundo que Oriente dice es: el problema existe porque tú estás identificado con él. No tiene nada que ver con el pasado, nada que ver con su historia. Estás identificado con él; ésa es la verdad. Y ésa es la clave para resolver todos los problemas.

Por ejemplo: eres una persona furiosa. Si vas al psicoanalista, él dirá: 'Entra en el pasado... ¿Cómo apareció este enojo? ¿En qué situaciones se volvió más y más condicionado e impreso en tu mente? Tendremos que eliminar todas esas impresiones; tendremos que borrarlas. Tendremos que limpiar el pasado por completo'.

Si vas a un místico oriental, dirá: Tú crees que eres enojo, te sientes identificado con el enojo. Aquí es donde las cosas están yendo equivocadamente. La próxima vez que el enojo se produzca, sólo sé un observador, sólo sé un testigo. No te identifiques con el enojo. No digas:'Soy enojo'. No digas: 'Estoy enojado'. Simplemente míralo suceder como si estuviese sucediendo en una pantalla de televisión. Obsérvate a ti mismo como si estuvieses observando a alguien más.

Tú eres conciencia pura. Cuando la nube del enojo se acerque a ti simplemente obsérvala y permanece alerta de manera que no te identifiques con ella. Se trata de no identificarse con el problema en absoluto. Una vez que lo hayas aprendido entonces no habrá cuestión detantos problemas, porque la llave, la misma llave abrirá todas las cerraduras. Así es con el enojo, así es con la codicia, así es con el sexo... así es con todo aquello de lo que la mente es capaz.

El que pregunta dice: En varios discursos recientes has hablado sobre la ausencia de problemas, la inexistencia de nuestros problemas. Al haber sido criado en una familia católica represiva...

Tú puedes, en este instante, dejar de ser católico. ¡Ahora! Yo lo digo. No tendrás que regresar y deshacer lo que tus padres y tu sociedad y el sacerdote y la iglesia han hecho. Eso será un total desperdicio de preciado tiempo presente. En primer lugar, ya ha destruido muchos años; ahora, de nuevo, destruirá tus momentos presentes. Puedes simplemente abandonarlo tal y como una serpiente se escurre de su vieja piel.

'¿Quieres decir que todas las armaduras, todos los condicionamientos y las represiones no existen y se pueden abandonar inmediatamente?'. No, existen. Pero existen ya sea en el cuerpo o en el cerebro; no existen en tu consciencia, porque la consciencia no puede ser condicionada. La consciencia permanece libre. La libertad es su calidad más íntima, la libertad es su naturaleza. De hecho, incluso al preguntarlo, estás enseñando esa libertad.

Cuando dices, ... 'veintiún años en un sistema educativo loco', cuando dices, 'fui criado en una familia católica represiva...'. En ese momento no estás identificado. Puedes verlo: tantos años de represión católica, tantos años de cierta educación. En este momento cuando lo estás observando, esta consciencia deja de ser católica; de otra manera, ¿quién está consciente? Si realmente te hubieras vuelto católico, entonces ¿quién estaría consciente? Entonces no habría posibilidad de ser consciente.

Si puedes decir,.. veintiún años en un sistema educativo igual de loco..., una cosa es cierta: aún no estás loco. El sistema ha fallado; no funcionó. Tú no estás loco, por lo tanto puedes ver que todo el sistema está loco. Un loco no puede ver que él está loco. Sólo una persona sensata puede ver que esto es una locura. Para ver la locura como locura, se necesita sensatez. Esos veintiún años de sistema loco han fallado; todo ese condicionamiento represivo ha fallado. No puede realmente tener éxito. Tiene éxito sólo en la proporción en la que te identifiques con él. En cualquier momento puedes apartarte; está ahí, no estoy diciendo que no esté ahí; pero ya no es parte de tu consciencia.

Ésta es la belleza de la consciencia: la consciencia puede escaparse de cualquier cosa. No hay barrera para ella, ningún límite para ella. Hace unos instantes eras un caballero inglés; comprendiendo lo absurdo del nacionalismo, un segundo después ya no eres un caballero inglés. No estoy diciendo que tu piel blanca cambiará; seguirá siendo blanca, pero ya no estás identificado con la blancura; ya no estás en contra del negro. Ves la estupidez en ello. No estoy diciendo que simplemente por ver que ya no eres un inglés te olvidarás de la lengua inglesa, no. Seguirá en tu memoria, pero tu consciencia ha escapado, tu consciencia está de pie en una colina mirando hacia el valle. Ahora, el caballero inglés está muerto en el valle y tú estás de pie en las colinas, a lo lejos, desapegado, intacto.

Toda la metodología oriental puede ser reducida a una palabra: atestiguar. Toda la metodología occidental puede ser reducida a una cosa: analizar. Al analizar, das vueltas y vueltas. Al atestiguar, simplemente te sales del círculo.

El enfoque oriental consiste en llegar a ser consciente del cielo. El enfoque occidental te vuelve más y más alerta de las nubes, y te ayuda un poco, pero no te vuelve consciente de lo más profundo de tu ser. La circunferencia, sí; te vuelves un poco más consciente de la circunferencia, mas no consciente del centro. Y la circunferencia es un ciclón. Tienes que encontrar el centro del ciclón. Y eso sucede sólo a través del atestiguar.

El atestiguar no cambiará tu condicionamiento. El atestiguar no cambiará la musculatura de tu cuerpo. Pero atestiguar te dará simplemente una experiencia de que tú estás más allá de toda musculatura, de todo condicionamiento. En ese momento de más allá, en ese momento de trascendencia, ningún problema existe... no para ti. Y ahora depende de ti. El cuerpo seguirá cargando la musculatura y la mente seguirá cargando el condicionamiento. Ahora depende de ti: si a veces estás anhelando el problema, puedes entrar en el cuerpo y la mente y tener el problema, y disfrutarlo. Si no deseas tenerlo, puedes permanecer fuera. El problema seguirá presente como una impresión en el fenómeno del cuerpo y la mente, pero tú estarás apartado y lejos de él.

Así es como Buda funciona. Tú también utilizas la memoria; un Buda también utiliza la memoria pero él no está identificado con ella. Él utiliza la memoria como un mecanismo.

Así que tu pregunta es correcta: los problemas existirán, pero existirán sólo en forma de semilla en el cuerpo y la mente. ¿Cómo puedes cambiar tu pasado? Has sido católico en el pasado... Si durante cuarenta años has sido católico, ¿cómo puedes cambiar esos cuarenta años y no ser católico? No. Esos cuarenta años permanecerán como un período de ser católico. Pero te puedes escapar de ellos. Ahora sabes que eso sólo era identificación. Esos cuarenta años no pueden ser destruidos, y no hay necesidad de destruirlos. Si tú eres el amo de la casa, no hay ninguna necesidad. Incluso puedes utilizar esos cuarenta años de cierta manera, de una manera creativa. Incluso esa educación loca puede ser utilizada de una manera creativa.

'¿Qué pasa con las impresiones grabadas en el cerebro, en la musculatura del cuerpo?'.

Estarán allí, pero como una semilla: potencialmente allí. Si te sientes demasiado solo y quieres problemas, puedes tenerlos. Si te sientes demasiado desdichado sin la desdicha, puedes tenerlos. Seguirán estando disponibles siempre, pero no es necesario tenerlos, no hay necesidad de tenerlos. Tendrás la opción.

Osho

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