La prueba del tiempo

Cuando nos comportamos proactivamente, el Ego utiliza el 

tiempo en nuestra contra para sabotear nuestros logros. 

La energía de INTEGRIDAD que nos corresponde se puede 

retrasar, del mismo modo que el caos.

Si creemos que hemos sido proactivos pero nos preguntamos 

cuándo obtendremos la energía de integridad, significa que 

nuestro Ego ha ganado otro asalto. 

Se trata de una táctica de retraso que nos incita a reaccionar 

con duda e incredulidad.

Si aplicamos Restricción en una situación y nuestro 

Oponente arroja un poco de tiempo en el proceso, la 

Integridad espiritual que nos corresponde puede que no 

brille inmediatamente.

El retraso es una prueba más para asegurarnos de que 

nuestra respuesta proactiva fue auténtica y profunda. 

Si reaccionamos al retraso, perdemos.


EL QUE SE ENOJA PIERDE!!!

Por lo tanto, el tiempo también se  puede definir como la 

distancia entre nuestras reactivas y proactivas acciones y sus 

resultados. 

Del mismo modo que el tiempo es la distancia entre crimen y 

castigo, también es el espacio entre Restricción y 

recompensa.