Nuestra humanidad atraviesa por momentos complicados, por la propagación del Coronavirus, que se ha diseminado rápidamente en todo el planeta. Pero debemos estar atentos a no caer en pánico ni en una histeria colectiva, porque estaríamos justamente creando el mejor escenario para que esto siga creciendo.
¿La razón? Simplemente la baja vibración del miedo afecta nuestro sistema inmunológico, baja nuestras defensas y nos vuelve más vulnerables a cualquiera posible enfermedad. Los medios de comunicación no han hecho otra cosa que alimentar más ese miedo, pero está en nosotros el poder de decidir dónde enfocamos nuestra atención y donde ponemos nuestra energía.
Si seguimos las reglas básicas de autocuidado y mantenemos nuestro foco en el Amor que vibra dentro nuestro, elevaremos nuestra frecuencia vibratoria y nuestro sistema inmunológico se verá reforzado. Con buenas defensas, incluso si nos da el virus, podemos sobreponernos a él.
No hay necesidad de alarmarse si seguimos los pasos que se recomiendan en estos casos y sacamos provecho de esta circunstancia para reforzar la conexión con el Amor Divino que llevamos dentro. La fuente de la que todos provenimos es una vertiente de constante bienestar, armonía y equilibrio.
El Amor es el mejor antídoto para cualquier acontecimiento que etiquetemos como "malo". Tal vez esto sea sólo un llamado para que nos reconectemos con nuestro auténtico poder de autosanación. Las enfermedades nos muestran ese desequilibrio que debemos balancear y el Amor es la sanadora fuerza que equilibra todas las cosas… es ahí que todos debemos regresar.
Necesitamos recordar que el miedo sólo nos debilita y nos vuelve más vulnerables. Pero el miedo no es más que un ruido en la mente que podemos dejar pasar, si nos mantenemos anclados a nuestra calma interna y en nuestra plena confianza en la Vida. Deja que todo fluya, para que sea tu Alma la que florezca.
El Amor es la mejor vacuna para no contagiarte con aquello que vibra en bajas frecuencias. El miedo te debilita y enferma… pero tu Amor es la poderosa fuente interna que todo lo cura
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