Leer es una de las actividades que nos define como humanos y, sin embargo, ha perdido popularidad en el mundo moderno, debido a nuevas y menos exigentes formas de entretenimiento, tales como la televisión, el cine y los videojuegos.
Gracias a la lectura podemos adentrarnos en mundos maravillosos, conocer la mente de distintos personas y explorar lo desconocido. Vale la pena que nos detengamos unos minutos a reflexionar acerca del hábito de leer porque, en definitiva, ¿qué nos aporta la lectura?
1. Leer es a la vez un banquete y un ejercicio para la mente
La lectura nos abre a la riqueza infinita del conocimiento, estimula nuestra imaginación, nuestros sentidos y nuestras emociones. Es un ejercicio mental en el cual nuestro cerebro participa activamente, ordenando ideas, relacionando conceptos y provocando reacciones y opiniones de nuestra parte.
Esta suerte de tormenta de ideas que se produce en nuestro cerebro gracias a la lectura establece nuevas conexiones neuronales. Conexiones que favorecen el pensamiento crítico y evita que nuestras funciones cognitivas, tales como la memoria, la concentración y la atención, se deterioren.
«Los libros son los amigos más silenciosos y constantes; son los consejeros más accesibles y los maestros más pacientes.»-Charles William Eliot-
2. Va de la mano con el éxito
Así lo indica un estudio realizado en la Universidad de Oxford, según el cual, quienes son lectores habituales en la adolescencia tienen una probabilidad mayor de alcanzar el éxito a nivel profesional en su tercera década de vida.
Esto no es de extrañar, si tomamos en cuenta lo que revisamos en el punto anterior acerca de los beneficios que esta actividad comporta para nuestra mente. El caudal de conocimientos al cual nos expone la lectura es infinito y muy valioso.
3. Une a la gente
Pues sí, la lectura mejora las relaciones sociales de varias maneras. Una de ellas es que, al proporcionarnos nuevos y diversos tópicos de conocimiento, nos da de qué hablar con los demás como temas de conversación que podemos compartir con otras personas.
La onda expansiva que empieza en nuestro cerebro conectando neuronas entre sí, continúa ejerciendo su efecto al interconectarnos con los demás. Y el fenómeno no termina ahí, ya que el intercambio de ideas enriquece el tema con nuevas e inesperadas perspectivas y puntos de vista que no habíamos considerado, lo cual a su vez expande el potencial de nuestro cerebro.
Otra forma en que la lectura favorece a nuestra interacción social: tener un interés común por un libro o un tema de lectura en particular con un grupo de personas da un sentido de pertenencia y cercanía con los miembros de dicho grupo.
Por último, se ha comprobado que la lectura del género narrativo, en particular, favorece la empatía, ya que hace que nos involucremos y hasta nos identifiquemos con los sentimientos, dramas y emociones que viven los personajes. Curioso, ¿verdad?
«Los grandes libros te ayudan a entender y te ayudan a sentirte entendido.»-John Green-
4. Leer manda al estrés de paseo
Esto puede ocurrir por varias razones: una, porque al mostrarnos variadas circunstancias que viven y han vivido los seres humanos en diferentes sitios, culturas y épocas, nos hace relativizar nuestra situación y ver que nuestros problemas no son los únicos, ni los más graves que existen. Esto también puede hacer que aprendamos de otras experiencias, adquiriendo nuevos recursos para aplicar en la vida.
Leer también es útil como terapia para el estrés porque es una actividad placentera por sí misma, que nos relaja y simplemente hace que disfrutemos de tan grata actividad.
Adicionalmente, la lectura de temas edificantes que nos dan esperanza y nos muestran alternativas constructivas de cómo ver la vida, tales como libros espirituales, expande nuestras posibilidades y aumenta nuestro bienestar.
Paula Aroca
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