Lo pequeño y lo grande no se pueden separar.
Somos tan grandes y al mismo tiempo somos tan pequeños.
Pero no lo vemos tan fácilmente.
Algunas personas sólo ven sus limitaciones.
Sólo ven su debilidad, su pequeñez y se desaniman.
Otros tuvieron la suerte de tener buenos mentores que les ayudaron a ver su grandeza.
Si te acostumbras a ver tu grandeza tu confianza aumentará cada vez más y tarde o temprano triunfarás en la vida.
Pero si eres incapaz de ver tu propio valor, tu propia grandeza, te sentirás siempre en inferioridad de condiciones.
Y te hallarás en una posición desventajosa.
Es difícil ver lo infinito que hay en ti en un mundo lleno de formas y límites.
Pero si lees constantemente poco a poco te será muy natural ver grandeza por doquier.
La verás en las plantas, en los árboles, en las estrellas y en un simple insecto.
Cuando veas la grandeza y cuando te maravilles ante ésta, podrás verla en ti mismo.
Y deberás mejorar tu diálogo interno.
Si dices: "no puedo, es demasiado difícil, o este problema me supera"...y lo haces una y otra vez, tu diálogo interno te está quitando poder.
Pero si afirmas tu grandeza, tu salud infinita, tu sabiduría innata ya que eres parte de la vida infinita.....tus energías aumentarán y te sentirás inspirado.
Eres tan grande como la calidad de tu diálogo interno.
Cada palabra es una llave.
Un pasaporte hacia la grandeza o hacia la pequeñez.
Las dos realidades están esperando por ti con la puertas abiertas.
Y tú decides a cuál de éstas vas a ingresar para experimentar sea una vida grande, sea una vida llena de trabas.
Todo depende de la calidad de tu diálogo interno.
Porque toda tu realidad grande o pequeña comienza en tu mente.
-Martín Macedo-
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