A menudo me preguntan si la macrobiótica podrá curar a un amigo o a un familiar enfermo.
¿Qué tan poderosa es esta terapia que usted enseña?
¿Podrá hacer algo por un primo que tiene un cáncer de páncreas y los médicos le dijeron que tiene un mes de vida?
¿Podrá curar a mi madre que tiene diabetes y no desea tomar más medicinas?
Este tipo de preguntas me las hacen todo el tiempo.
Y les respondo que la macrobiótica puede curar cualquier cosa.
No hay medicina más poderosa que la óptima nutrición como profetizó Linus Pauling en 1950.
Con la óptima nutrición se maximizan las posibilidades de curar.
A bajo costo.
Sin efectos tóxicos.
Sin riesgos para la salud y sin necesidad de demasiados estudios médicos.
Es así la medicina perfecta.
Salvo por un detalle.
El enfermo no es curado por la macrobiótica.
El enfermo se cura a sí mismo aplicando la macrobiótica.
Si no la entiende, si no la estudia, si no la aplica correctamente, no funciona.
Y así algunas personas que no la profundizan no tienen éxito y luego concluyen que no funcionó.
O que la macrobiótica es más para prevenir que para curar.
Pero están muy equivocados.
Nada es más poderoso para curar.
Hace unos años una joven pareja me consultó por un caso de cáncer de mamas.
Ella comenzó a cambiar sus hábitos y en algunos meses se sintió mejor.
Y sintió que estaba curada y así volvió a su dieta anterior.
Y pasaba el tiempo y seguía bien y por eso seguía dándose permisos.
Algunos años más tarde el cáncer regresa.
Y otra consulta.
Pero ella no consulta.
Lo manda al compañero a que haga la consulta.
Ella no aparece, ni llama, ni se interesa, ni desea estudiar ni asistir a las clases.
Ella sólo quiere sacarse el dolor.
Y me manda preguntar por su compañero qué medicamento natural hay para el dolor.
El le cocina porque ella no puede porque está cansada y con poca energía.
Ella espera que la curen.
Que los demás hagan un esfuerzo y la curen.
No ha comprendido.
Prefiere tomar el cereal mezclado en sopas y por esa razón tiene demasiado líquido en el cuerpo.
Tiene mucha sed y toma mucha agua y los cereales los toma junto con las verduras todo en forma de ensopados.
Y así está muy yin y eso aumenta sus dolores.
Pero no pregunta personalmente....todo lo manda preguntar.
No se involucra, no se responsabiliza.
¿Será que la macrobiótica es poderosa?
¿Será que podrá salvarla de su cáncer recidivante con metástasis?
Con esa actitud lo veo poco probable.
Por mucho que se esfuerce su pareja, por mucho que nos esforcemos todos la cura debe surgir desde la propia decisión del enfermo.
Sin decisión no hay curación.
Sin comprensión no hay curación.
Ella sólo quiere que le quiten el dolor y espera por un tratamiento de radioterapia de elevado costo pero que ella confía que va a funcionar.
Pero seguirá con el ensopado porque sabe que la dieta ha creado su problema.
Y que la dieta puede resolverlo.
Pero sus acciones no son coherentes con sus ideas.
Y si las acciones no son fuertes, el problema seguirá allí.
Hasta que se decida a practicar a fondo.
-Martín Macedo-
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