“Uno nunca llega a ser común y corriente. Tú puedes llegar a ser extraordinario. El simple proceso de llegar a ser te hace alejarte de ser común y corriente. Así que no hay un cómo cuando se trata de ser común y corriente. Tú eres común y corriente, no tienes que llegar a ser. Tienes que abandonar el llegar a ser. Tienes que empezar a vivir.
Hay dos tipos de personas en el mundo, los que están continuamente llegando a ser… La persona que está atrapada en la red del llegar a ser, malgasta toda su vida, muere insatisfecho, en tremenda desesperación, porque él puede ver que toda la vida estaba allí para vivirla pero, debido a su deseo de llegar a ser algo o alguien, sacrificó todo lo que estaba libremente a su disposición.
Uno no llega a ser corriente, eres común y corriente, has nacido común y corriente, al igual que todo lo demás en la existencia: animales, pájaros, árboles. Ningún pájaro necesita ser común y corriente, ningún árbol pregunta cómo ser común y corriente. Pero el hombre se lo pregunta. Y este mismo proceso de llegar a ser te vuelve loco.
Deja el convertirte en cualquier otro. Deja la misma idea que has de estar de acuerdo con cierta disciplina, cierta escritura, cierta teología. Olvida por completo que tienes que ser como Jesús, Buda o Mahavira y de repente encontrarás que eres quien eres. Vívelo con alegría, sin ningún tipo de culpa. La existencia quiere que seas lo que eres. Si la existencia quería a otro Jesús, habría creado a miles de jesuses… Pero ella sólo hace a individuos. La existencia nunca duplica, no crea a nadie semejante a otra persona. Esta es la belleza y la gloria de la existencia. Esto es una bendición, que nadie como tú jamás ha existido, ni volverá a existir jamás, tú eres simplemente único. No desperdicies esta excepcionalidad en ir detrás de algún objetivo, alguna sombra…
Tú ya estás donde estás tratando de llegar. No hay ningún lugar a donde ir. No has de llegar a ser nadie. En este mismo momento eres lo que la existencia quiere que seas, no lo dejes pasar, disfrútalo”.
Osho, El último testamento
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