"La infancia es la etapa de la vida más significativa en lo que se refiere a interiorizar valores, aprendizajes y conductas".
Muchos psicólogos especialistas en el estudio de las etapas infantiles como Jean Piaget o Erik Eriksson remarcan la importancia de una maduración gradual y de ir superando las distintas etapas de forma satisfactoria para no quedarnos atrapados en ninguna de ellas.
Si tenemos que señalar quienes son las personas que más influyen en el niño estos van a ser sus progenitores o su cuidador principal. La inmensa mayoría de los padres y cuidadores nos aman, quieren lo mejor para nosotros y saben que es una tarea complicada. Sin embargo, muchas veces querer no es poder.
"Lo que vivimos en la infancia nos afecta cuando somos adultos"
No todas las paternidades y maternidades se dan en un contexto ideal. Puede existir un desequilibrio en la distribución de las tareas, una falta de madurez emocional, crisis en la propia pareja o simplemente a algunas personas esta nueva responsabilidad les desborda o les resulta dificultosa.
No vamos a juzgar esa labor, ni queremos que nadie lo entienda así. Pero sin duda, algunas crianzas han marcado "negativamente" la vida de algunos niños que hoy ya son adultos.
Son muchas las actitudes de nuestros progenitores que podemos relacionarlas con conductas que pueden aparecer en la vida adulta.
El conoci-miento y la introspección es la mejor arma para vencer nuestros demonios.
Son muchas las actitudes de nuestros progenitores que podemos relacionarlas con conductas que pueden aparecer en la vida adulta.
El conoci-miento y la introspección es la mejor arma para vencer nuestros demonios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario