La gente adora a sus mascotas.
Y les brindan los mayores cuidados.
A la hora de la nutrición la mayoría opta por seguir el criterio de los expertos.
Los expertos son educados en las escuelas científicas.
Y no dudan en aconsejar lo que a ellos les enseñaron.
Recomiendan sin vacilar una nutrición basada en raciones balanceadas comerciales ya que tienen todo lo que necesita la mascota para vivir en salud y bienestar.
Y es cómodo y fácil...abrir la bolsa y llenar la vasija plástica en la dosis recomendada por el fabricante.
Pastillas y agua...es todo...ya tenemos resuelto el tema de la nutrición animal.
Sin cocinar, sin planificar menús...sólo pastillas secas del supermercado y agua fresca.
Pero como enseña sabiamente Kikuchi, la facilidad se transforma en dificultad.
Lo fácil se vuelve difícil.
El más cómodo es el más incómodo....otra sentencia del gran sensei brasilero-japonés.
Una de las amigas de facebook recientemente me escribió para consultarme sobre la conveniencia o no de dar sal marina a su gata que a los 14 años desarrolló una insuficiencia renal y compromiso hepático.
Sus riñones funcionan a un 25% de su capacidad.
Los veterinarios le dijeron que a menos que se dé un vigoroso tratamiento farmacológico el animal no vivirá más de un mes.
Pero ella cree que tanta química atormentará a su amada mascota.
Entonces comenzó a investigar y descubrió que la comida comercial para gatos tiene mucho fósforo y otros componentes tóxicos que son responsables de graves enfermedades.
La mayor comodidad se convirtió en la mayor incomodidad.
El animal no sufre ...está en paz pero tiene muy disminuida su vitalidad.
Entonces ella lo está alimentando con comida que ella prepara y tiene la esperanza de recuperar su salud o al menos prolongar su vida sin que sufra.
Le aconsejé una pizca de sal marina para fortalecer los riñones ya que el sabor salado estimula la energía agua.
También que evitara las grasas densas como lácteos y huevos que bloquean los delicados túbulos renales.
El riñón felino es parecido al humano......más de un millón de nefronas constituidas por finos túbulos que filtran y reabsorben agua y minerales.
Los alimentos extremo yin dilatarán los túbulos y los alimentos extremo yang los bloquearán.
Así que se pueden compartir los alimentos naturales con las mascotas pero evitando los condimentos fuertes y la mayor parte de las frutas.
Porque la inteligencia infinita está también en los gatos y en los perros.
Pero éstos no tienen un ego tan desarrollado como el nuestro.
Y así su recuperación puede ser mucho más veloz y pacífica.
-Martín Macedo-
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