Durante años he sabido sobre el gran valor de la umeboshi.
La recomiendo a casi todos los que solicitan una guía de nutrición.
En todos los libros, en todas las escuelas macrobióticas hay consenso sobre el gran valor de la ume para fortalecer la sangre.
Cuando alguien tiene gripe...una ume.
O cuando alguien debe vacunarse forzosamente...una ume.
O luego de un exceso en una fiesta.
Por eso la mayor parte de los macrobióticos conscientes tienen siempre ume en su botiquín de primeros auxilios.
Yo siempre lo supe.....intelectualmente...aunque la tomaba a veces cuando estaba en medio de una leve gripe o resfrío....
Pero a veces la vida nos pone a prueba para que evolucionemos y aprendamos de verdad.
Porque el saber de libros es una cosa y el saber de la experiencia es algo completamente distinto.
Cuando se lleva una dieta de calidad raramente hay caries dental.
Pero en ocasiones, algunas reparaciones antiguas crean brechas que aprovechan las bacterias.....
Y avanzan hacia la raíz dental poniendo en jaque a la pieza y provocando un dolor insoportable.
Estando en España una tarde comencé a sentir un dolor intenso en un gran molar que tiene reparaciones antiguas.
Cuando hacemos macrobiótica es muy raro tener caries porque el ácido que liberan las bacterias de la placa bacteriana es neutralizado por la sangre y la saliva alcalina.
Pero el dolor aumentaba en la medida que pasaban las horas.
Durante la primera noche casi no pude dormir...el dolor aumentaba con la posición horizontal y me dolía hasta el oído.
Todo el día siguiente continuó ese dolor insoportable y la segunda noche no pude dormir ni siquiera cinco minutos.
Cuando se está lejos del país, la condición de "turista" nos pone en las fauces de los odontólogos que ven su oportunidad.
Salí a buscar casi con desesperación odontólogos por toda Coria del Rio pero en agosto todos o casi todos están de vacaciones.
Hay que viajar a otra ciudad y pagar una costosa cita por "urgencias" en clínicas privadas.
Recordé las palabras de Kikuchi: "la dificultad crea la facilidad".
Obviamente la caries llegó a la raíz y está creando una fuerte inflamación que compromete al nervio y el dolor se extiende por toda la mitad del rostro sobre todo durante la noche y durante las comidas.
Durante las noches de dolor e insomnio recordé las palabras de una comentarista de mi video sobre la fibromialgia y lo fácil que es curarla quien me puso: "ojalá tuviera usted el dolor que sentimos los pacientes de fibromialgia".
Se está cumpliendo su maldición, pensé.
Pero luego razoné....las bacterias están muy activas intentando llegar al hueso porque la raíz ya está tomada.
¿Cómo puedo frenarlas?
No hay odontólogos conocidos en mi zona hasta dentro de 15 días y el dolor no disminuye.
Sin querer visualizaba la extracción de este importante molar...cualquier cosa con tal de quitar el dolor.
Yang repele yang.
Al día siguiente por la mañana tomé una ume cruda.
El dolor se redujo en un 30%.
Dos horas después tomé otra ume gigantesca y en la siguiente hora el dolor cesó completamente como si hubiera ido al mejor odontólogo del universo.
La pieza sigue ahí y con las dos ume diarias (una con el desayuno y otra por la tarde) me mantengo sin dolor mientras espero que el odontólogo de confianza retorne de las vacaciones.
Un día el dolor volvió.
Había tomado mis dos ume pero igual vino.
Y en vez de descorazonarme, tomé una tercera ume con un té kukicha y una generosa cucharada de tamari de gran calidad (Celnat).
En 15 minutos no más dolor.
Puedo masticar cualquier alimento con el máximo placer.
"El germen no es nada"...el ambiente lo es todo.
Si no tenemos la concentración de sal natural mínima la sangre no tendrá el poder de mantener el ecosistema microbiano funcionando a la perfección.
Y las bacterias me están ayudando a encontrar la dosis óptima.
Ahora comprendo por qué Ohsawa tomaba una ume cada mañana mientras leía las noticias en los mejores periódicos de París en la década de 1950.
Amaba las ume y ahora las amo yo.
-Martín Macedo-
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