El punto de encuentro entre la Bioneuroemoción® y la Física Cuántica es el observador. La hipótesis principal es que el observador afecta a la realidad física. La Bioneuroemoción® entiende que cada uno de nosotros, como observadores, tiene una responsabilidad sobre su vida. Es decir, que nuestras experiencias son la consecuencia de nuestras creencias y de nuestra información inconsciente. Bajo este punto de vista podemos entender que todo lo que nos rodea está relacionado con nosotros, y esto nos permite conocernos a nosotros mismos a través de las relaciones con los demás.
Dicho de otra manera, la Bioneuroemoción® sugiere que la realidad que conocemos como mundo exterior guarda relación con la interacción del observador, una interpretación que se deduce de los más actuales descubrimientos de la Física Cuántica. La naturaleza de esta interacción viene dada por la conciencia. Y esta conciencia está modelada por los pensamientos, las emociones, las creencias y toda la información heredada del transgeneracional.
Para desarrollar una mente cuántica hay que tener en cuenta que la realidad puede interpretarse como una imagen proyectada de nuestro modelo de realidad.
Si analizamos los conceptos subyacentes en los principales experimentos que fundamentan la física cuántica encontramos ideas que podemos extrapolar a nuestra propia naturaleza. Por ejemplo, el Experimento de la Doble Rendija sugiere que el observador es también participante; el Principio de Incertidumbre de Heisenberg propone que la física no es algo estable y duradero, ya que las partículas están en movimiento constante; el Entrelazamiento Cuántico habla de que una partícula influye en lo que le pasa a otra más allá del tiempo y el espacio; el Holograma explica que la parte está en el todo y todo está en la parte, etc.
Al integrar estas ideas en nuestra vida podemos comprender que somos la causa de los acontecimientos, es decir, dejamos de ser víctimas para aprender algo nuevo sobre nosotros a través de aquello que nos pasa. Empezamos a vivir como adultos emocionales cuando nos hacemos responsables de lo que nos sucede y tomamos las riendas de nuestra vida. Aprendemos que aunque no podamos cambiar lo que nos sucede sí podemos elegir la forma de verlo, y que esta forma de verlo incidirá en nuestra experiencia personal.
Tenemos el poder de decidir cómo vivir los acontecimientos de nuestra vida.
En el libro El Enigma Cuántico: Encuentros entre la física y la conciencia, sus autores, Bruce Rosenblum y Fred Kuttner,ambos profesores del Departamento de Física de la Universidad de California Santa Cruz, nos dicen que “las teorías científicas deben ser comprobables, las interpretaciones no tienen por qué serlo”.
La Bioneuroemoción interpreta las disertaciones de la física cuántica y las incorpora a un método holístico que entiende al ser humano como un todo formado por cuerpo, mente y espíritu. Establece analogías para comprender que las causas de los efectos que se manifiestan en la vida externa están en nuestro interior.
La física cuántica propone otro enfoque de la realidad y aporta una nueva mirada, una filosofía cuántica. Por eso, la palabra cuántica se utiliza como atributo para los procesos de aquellas disciplinas que apuestan por modificar sus planteamientos en función de esta visión filosófica. En este sentido, podemos mencionar la biología cuántica o incluso de la psicología cuántica. En Bioneuroemoción® hablamos de mente cuántica cuando estamos dispuestos a tener un pensamiento abierto a una infinidad de posibilidades, y en el que el resultado de nuestros acontecimientos cotidianos guarda relación con nuestro estado de conciencia
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