miércoles, 15 de agosto de 2018

"Si yo estuviera en prisión, dedicaría todo mi tiempo a imaginar que estoy libre"


El gran místico Neville Goddard, quien enseñó en los EEUU en la década de 1960 dijo una vez: " si yo estuviera en prisión, dedicaría todo mi tiempo a imaginar que estoy libre; asumiría mi libertad como un hecho consumado, porque sé que tarde o temprano haré que todo el mundo comience a moverse hacia mi liberación... y finalmente seré libre".

Toda su vida se dedicó a enseñar que la imaginación es el mayor poder que posee el hombre.
Que debe aprender cuanto antes a disciplinar su imaginación para poder ser el amo de su destino.
Todo lo que es antes fue imaginado.
Todo lo bueno y lo malo existe hoy porque ayer fue imaginado con potentes emociones a las cuales no tenemos todavía el poder de controlar.
Pero podemos aprender.
Aprender a respirar.
Aprender a calmar la mente.
Aprender a elegir las mejores palabras.
Aprender a nutrirnos con conciencia y sabiduría.
Entonces se calmarán las aguas de la conciencia.
Nuestra parte pequeña es capaz de crear un estela en el gran océano, porque éste es la quietud infinita.
Y nuestros pequeños dedos de duende pueden trazar un surco y afectar a todo el universo.
El mundo físico es infinitamente pequeño, pero el mundo de la mente posee todas las posibilidades, porque allí todos los sueños están por cumplirse.
Quien comprende la íntima conexión mente-cuerpo se vuelve poderoso.
Y comienza a crear movimientos progresivos que lo llevarán a crear cualquier cosa.
Pero debe prepararse durante años antes de comenzar a tocar el gran arpa cósmica desde la cual sonará una música sublime.
Por ello es mucho más importante el desarrollo interior que el desarrollo del cuerpo y de las formas.
Que son sólo un pálido reflejo de la belleza infinita que los ojos no consiguen percibir.

-Martín Macedo-

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