Si te pones a nadar, nada, pero hazlo con todo tu ser, así todo tu ser es nadar; el nombre se disuelve. Si corres, corre; eres el propio acto de correr, no el corredor. En las Olimpiadas hay corredores, egos, competidores… ambición. Si simplemente puedes correr olvidándote del corredor, correr se convierte en zen, llega a ser algo meditativo. Baila. Sólo baila y deja que la danza te lleve a donde ésta quiera ir.
Ábrete a la vida, confía en ella, y poco a poco ella destruirá todas tus inhibiciones y la energía empezará a manar en todas las partes en donde ha sido reprimida. Todo lo que hagas, hazlo con la idea oculta de que tienes que lograr una mayor fluidez. Si tomas la mano de alguien, tómala de verdad. La estás tomando de todas maneras, ¿por qué no hacerlo realmente? ¡Hazlo de verdad! Que no se trate sólo de dos manos entrelazadas, cada una de ellas deseando desprenderse de la otra. Si hablas, que la charla sea apasionada, de lo contrario aburrirás a los demás tanto como a ti mismo.
La vida debería ser una pasión, una vibrante pasión, una pasión palpitante, una extraordinaria energía. Que nada de lo que hagas sea aburrido, de lo contrario no debes hacerlo. No hay obligación de hacer nada, pero lo que sea que te apetezca hacer, hazlo de verdad.
Osho
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