Al inicio de cada mes lunar tenemos una oportunidad para tomar el control de ese mes, para sembrar la semilla que lo llene de bendiciones y Luz. Cuando estudiamos, cuando somos conscientes y entendemos el tipo de Luz que está disponible y las aperturas que existen en ese mes, se hace más fácil que alcancemos el propósito por el cual vinimos a este mundo: una vida de plenitud verdadera y duradera. Es por ello que me gustaría compartir un concepto acerca del mes de Shevat, Acuario, que puede permitirnos crear milagros extraordinarios; milagros que vayan en contra de la naturaleza.
Los kabbalistas marroquíes eran conocidos específicamente por tener el poder para atraer, despertar, crear y manifestar grandes cantidades de milagros. ¿Qué les permitía manifestar estos milagros tan fácilmente, tanto como para ser conocidos no sólo en las aldeas en las que habitaban, sino en todo el país? La respuesta tiene muchas vertientes, pero hay una enseñanza que puede ayudarnos a llegar a ese nivel también, nivel en el que nosotros también podamos manifestar milagros.
Lo que nos parece único con respecto a estos kabbalistas marroquíes es que ellos nunca permanecían en un solo lugar. Muchos de ellos viajaban por el área conocida como Cordillera del Atlas durante el invierno y el verano, atravesando la nieve o el calor, yendo de aldea en aldea para ayudar a otras personas, enseñar, compartir y despertar milagros. Ellos se esforzaban y salían de su zona de comodidad constante y consistentemente.
Hay un concepto kabbalístico llamado mesirut néfesh, que significa “renunciar a uno mismo”. Rav Brandwein, el maestro de mi padre, explica la lógica y el sistema espiritual de los milagros.
Está la naturaleza, que es lo que conocemos y existe, y está el reino de los milagros, el cual va más allá de las leyes que gobiernan nuestro mundo. ¿Cómo tenemos acceso al reino de los milagros? Rav Brandwein le dijo a mi padre que cuando una persona cambia o renuncia a su naturaleza y va en contra de ella, obliga a la naturaleza a rendirse, sin importar cuáles sean las reglas; incluso si, por ejemplo, la regla es que un individuo enfermo no se sane. Por medio de mesirut néfesh, renunciar a uno mismo, las reglas de la naturaleza pueden cambiar y la sanación puede llegar a un lugar al que no debería llegar, aun si las reglas de la naturaleza dicen que no es posible.
Por ende, es imposible que realmente podamos manifestar milagros para nosotros o para otras personas sin impulsarnos a salir de nuestra zona de comodidad. Al esforzarnos por hacer lo que no queremos hacer, recibimos las grandes bendiciones y alcanzamos la transformación por la cual vinimos a este mundo, específicamente cuando hablamos acerca de milagros. Los kabbalistas marroquíes podían crear y atraer milagros con facilidad para ellos mismos y para las demás personas porque renunciaban a ellos mismos completamente; es por ello que la naturaleza renunciaba a sus leyes y les obedecía completamente.
Si queremos que este mes la naturaleza nos obedezca, cambie sus reglas por nosotros, y traiga sanación, sustento y plenitud a lugares donde estas cosas no deberían llegar, entonces tenemos que renunciar a nuestra naturaleza y nuestras tendencias. Lo que no nos resulta cómodo es lo que tenemos que hacer para poder compartir y asistir a otras personas. Esto es, de nuevo, lo que Rav Brandwein le enseñó a mi padre, Rav Berg. Si queremos crear milagros y que el mundo cambie su estructura para favorecernos, tenemos que encontrar formas para cambiar e ir en contra de nuestra naturaleza por el bien de los demás. Así recibiremos el regalo y la capacidad de ir más allá del reino de la naturaleza para nosotros mismos y para las demás personas. Esta es parte de la gran Luz que está disponible para nosotros ahora que iniciamos el mes de Shevat, Acuario. Si queremos abrir de forma consistente el poder de cambiar la naturaleza y lo que existe a fin de traer Luz, sanación, sustento y bendiciones a lugares donde esto normalmente no debería existir, tenemos que renunciar a nosotros mismos y a nuestra comodidad, y hacer lo que no queremos hacer.
Cuando renunciamos a nosotros mismos, rompemos y cambiamos nuestra naturaleza, la naturaleza misma romperá sus reglas por nosotros y traerá sanación, sustento y todo lo que sea necesario a los lugares donde no debería existir. Para nosotros mismos y para otras personas, este mes ofrece una gran oportunidad para cambiar, una gran oportunidad para los milagros y una gran oportunidad para las bendiciones, y espero que cada uno de nosotros aprovechemos estas oportunidades y manifestemos toda la Luz para nosotros mismos, quienes nos rodean y el mundo.
Michael Berg
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