Humildad y arrogancia.
"La humildad es lo opuesto a la arrogancia. Cuando tenemos confianza en nosotros mismos, podemos ser humildes.
Nos sentimos cómodos con quienes somos, aceptamos nuestros defectos y debilidades, y reconocemos nuestros errores. No tenemos miedo de decirles a los demás cuando no sabemos algo.
Cuando creemos en nosotros mismos, no tenemos razón para ser arrogantes; no estamos tan apegados a lo que otras personas piensan de nosotros.
La arrogancia y la baja autoestima van juntas, y la autoestima y la humildad van juntas. La arrogancia es un intento de encubrir nuestra baja autoestima.
Pero cuando nos aceptamos, no necesitamos impresionar a nadie. No necesitamos ser los mejores ni recibir los mayores elogios. Estamos bien siendo humildes y regocijándonos por los éxitos de los demás.
Somos mucho más felices que cuando creamos una imagen falsa de nosotros mismos y tratamos de hacer que otros crean que somos quienes somos.
La autoaceptación es importante para una vida feliz. Aceptamos que actualmente tenemos ciertas fallas. Pero aún usamos el Dharma para mejorarnos, liberarnos de acciones destructivas y crear actitudes y acciones virtuosas.
Cuando la gente señala nuestros defectos, los admitimos. Eso es mucho más fácil que ponerse a la defensiva, culpar a otra persona o encubrirlo mintiendo. Luego hacemos todo lo posible para remediar nuestro error y tratar de mejorar en el futuro.
Personalmente, respeto a las personas transparentes y admito sus errores. Me siento cómodo trabajando con ellos. Me resulta muy difícil confiar o trabajar con personas que mienten para ocultar lo que todos sabemos que hicieron.
Ser honesto con nosotros mismos y con los demás requiere coraje y fortaleza. Tenemos tanto miedo innecesario, pensando:
"¿Quién seré si no me defiendo?
Si no hago un gran espectáculo de lo genial que soy para protegerme, otras personas me atropellarán ".
Necesitamos fuerza interior para desmantelar esa forma de pensar y poner en marcha el proceso de cultivar la bondad, la tolerancia, el perdón y la compasión por nosotros mismos y los demás.
Cambiar y desarrollar estados mentales virtuosos es una amenaza para la ignorancia y el egocentrismo.
Así que vamos despacio, pero seguro, y como la tortuga finalmente llegaremos a donde queremos ir.
El Buda lo hizo; nosotros también!"
Thubten Chodron
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