Muchas personas del mundo espiritual buscan un maestro, un gurú o un mentor que los guie hacia la verdad. Aprender con un maestro está bien. Pero quedarse ahí bajo su sombra te adormece. Imagina que vas conduciendo por una carretera y de pronto te encuentras con una señal que te dice que te quedan 500 kilómetros para llegar a tu destino y te paras creyendo que ya has llegado. No confundas la señal con el destino. La señal es solo una indicación. Nada más. Si te quedas apegado a la señal, nunca llegarás a tu destino.
El problema es que hay gente que está tan desesperada y perdida que se aferra a cualquier señal que encuentra. Incluso se aferrarán a otros buscadores igual de perdidos que ellos, pero que hacen creer a los demás que han llegado a la "meta" para venderles sus mapas y productos espirituales.
Tras años de dar vueltas y vueltas por todos lados y seguir todo tipo de señales, te das cuenta de que ya habías pasado antes por ese lugar, que esta ruta no es nueva, y que todas las señales que habías estado siguiendo te mantenían dando vuelta sobre tu ombligo como una peonza. Finalmente algunos deciden pararse y dejar de buscar. Pero otros siguen dando vueltas y vueltas como si fueran un hámster en una rueda.
El gurú es el que te impide alcanzar la plena realización espiritual. ¡LIBÉRATE DEL GURÚ! Y cuando hablo de liberarte del gurú, no me refiero solo a ese gurú de barba blanca y larga sentado en un sofá orejero, me refiero también a todos los vende humos, conferenciantes, comerciantes y mercaderes espirituales que tratan de venderte la iluminación, la abundancia, la felicidad o la prosperidad económica. Ellos son los que te impiden llegar a tu verdadero ser.
Los maestros espirituales solo hablan de cómo sanar tus traumas y heridas, pero no te hablan de cómo salir del consumismo espiritual que nos inunda.
A veces cuando alguien encuentra un verdadero maestro espiritual empieza a hablarle de toda su tristeza, su soledad o su infelicidad, y lo hace pensando que el maestro le dará unas palmaditas en la espalda o un jarabe mágico para sus problemas…, pero cuando los enfrenta a sí mismos y les hace responsables ¡Ostias! Su ego recibe tal mazazo que salen corriendo a la misma velocidad con la que llegaron. Ese tipo de buscadores espirituales solo quieren mantener su personaje falso y busca un pseudo gurú que le ayude a sostenerlo.
Un verdadero maestro te hace responsable de tus emociones y de tu propia sanación.
Un falso gurú no quiere que despiertes porque eso supone el fin de su negocio espiritual.
Un falso gurú quiere gente dormida para venderles sus productos espirituales.
Desconfía de todo gurú que quiera implantarte o venderte una idea, una filosofía o una verdad, y sobre todo desconfía de esos gurús que son simples comerciantes que solo buscan venderte sus productos.
Conviertete en tu propio maestro. Camina por ti mismo. Suelta las muletas. Suelta a los gurús y a los maestros espirituales. Explora por ti mismo. Viaja sin planos ni guías de viaje ¡sin ayudas de ningún tipo! Las coordenadas de tu ser se encuentran en tu corazón. Tu corazón es el GPS que te lleva a tu ser y a la realización espiritual. Ese es el verdadero maestro.
Jai
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