Yin y yang siempre están juntos

En toda ganancia hay una pérdida.

En toda pérdida hay una ganancia.

Todos lo "sabemos" pero no siempre es fácil ver la ganancia en la pérdida.

Se trata de otra aplicación práctica del Orden del Universo.

Yin y yang siempre están juntos.

Si llamamos Yin a la ganancia entonces Yang será la pérdida.

Nos han enseñado que perder es malo.

Eres un "perdedor"...... es un insulto.

Eres un "ganador" es lo que todos desean escuchar.

Entonces vamos a esforzarnos por ser ganadores y tratar de no perder nunca.

Nadie quiere perder en el boxeo, ni en el fútbol.

Nadie quiere perder en el amor.

Nuestro ego no desea perder, detesta perder porque lo considera una deshonra.

Pero esta forma de ver las cosas es muy destructiva, porque desde la visión panorámica de Yin y Yang, perder y ganar son lo mismo.

Un estudiante que nunca perdió un examen en facultad tiene sus conocimientos prendidos con alfileres.

Personalmente nunca perdí un examen en mis primeros 5 años de carrera y me sentía orgulloso porque era un ganador en los estudios.

Desde esa época utilizaba la visualización y siempre me visualizaba aprobando mis exámenes, me imaginaba yendo a las carteleras con los resultados finales y veía mi nombre en la lista con la nota de aprobación.

Y no estudiaba tanto como otros que se esforzaban mucho más que yo y aún así perdían los exámenes.

Pero al final me tocó perder cerca del final y fue un impacto fulminante.

Tuve que dar 8 veces el mismo examen; tenía tanto miedo de perder que perdía a pesar de estudiar muchísimo.

Pero esos temas que tuve que leer y leer decenas de veces quedaron firmemente grabados en mi memoria.

Y así comprendí que perder es ganar porque gané en solidez de conocimientos.

No vinimos a este planeta a ser unos ganadores.

Vinimos a convertirnos en seres sabios que disfrutan de la emoción de la ganancia y agradecen con toda pérdida ya que cuando lo perdemos todo encontramos nuestra riqueza infinita.

Y por eso el sabio siempre agradece porque sólo ve ganancia.

Una ganancia que el bajo juicio no consigue ver por mucho que lo intente.

-Martín Macedo-