Para que algo se seque primero debe mojarse.
Para que algo avance primero debe retroceder.
Para que algo se sane primero debe estar enfermo.
Para que algo se cueza primero debe estar crudo.
Para que algo se eleve a las grandes alturas primero debe bajar a la posición más humilde.
Para llorar de felicidad primero hay que experimentar pruebas difíciles y duras.
En este mundo de dualidad, todo es yin y yang.
Ese es el orden y no puede haber nada más bello.
Por eso debemos ser eternos optimistas.
Y no cansarnos de dar gracias a la perfección - imperfección que lo ha creado.
-Martín Macedo-
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