sábado, 12 de octubre de 2019

La imaginación crea la realidad.

La imaginación crea la realidad.
Hasta la muerte es imaginada antes de que ocurra.
El ladrón imagina su robo antes de entrar en acción.
Los amantes imaginan su encuentro antes de ponerle una fecha.
Entonces la curación también debe ser imaginada.
De lo contrario no ocurrirá por muy buenos que sean los cursos de cocina y aunque los ingredientes sean orgánicos y de máxima calidad.
Las personas se entusiasman con las recetas saludables y con las especificaciones de su plan nutricional.
Pero casi nadie lee los libros clásicos.
Ya bastante tienen con ir de compras, cocinar y luego masticar 120 veces cada bocado.
¿Y encima hay que leer a Ohsawa y estudiar el Orden del Universo?
Sin embargo la lectura es la mejor manera de nutrir la imaginación con bellas imágenes de salud, fortaleza, bienestar y prosperidad.
Los buenos libros de macrobiótica tienen esa capacidad mágica.
Pero los libros sin calidad sólo dan proporciones, cantidades y combinaciones de ingredientes o de "remedios caseros".
La visión de la "salud absoluta" debe acompañar a cada comida.
A cada bocado.
A cada amanecer y sobre todo en los instantes antes de dormir.
Pero muchos practicantes hacen la "dieta" pero dedican mucho tiempo a visitar a diferentes especialistas que les llenan la mente de pronósticos oscuros y aterradores basándose en estadísticas hechas sobre personas que no cambian sus hábitos.
Esas estadísticas no nos sirven porque nosotros nos basamos en granos orgánicos.
Está bien hacer estudios para afinar el diagnóstico y tener un marco de referencia para comprobar la evolución posterior.
Pero algunos se miden los marcadores tumorales cada 15 días para "comprobar" que la dieta está "funcionando".
No tienen fe.
Y por eso piden tantos estudios.
Porque están esperando que los estudios den resultados favorables para empezar a creer.
Y si su fe depende de fuerzas que no pueden controlar, han entregado el poder a las máquinas y a las técnicas.
En vez de trabajar con la inteligencia infinita que los ha creado y los sostiene a pesar de sus prácticas auto destructivas.
Por ello la lectura es tan importante.
Porque imaginar la salud absoluta es el requisito absoluto para que se pueda expresar.

-Martín Macedo-

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