jueves, 10 de octubre de 2019

¿Qué es una utopía?

«Utopía» es una palabra frecuente en nuestro quehacer cotidiano. Esta se utiliza como argumento o contraargumento a la hora de discutir sobre sociedades idílicas o hipotéticas. Pero el término «utopía» tiene una profundidad mayor de la que la sociedad nos muestra o maneja. Por esta razón es importante hacerse una pregunta: ¿Qué es realmente una utopía?
Antes de nada, podemos acudir a la etimología y al origen de este concepto. El término utopía viene del griego y significa de manera literal «no-lugar», lo que representa un lugar que no existe. La primera vez que se utilizó fue en la novela Utopía de Tomás Moro. Este famosos relato transcurre en una isla con un gobierno pacífico e idílico y constituye toda una crítica a la organización política de los siglo XV y XVI.
A lo largo del artículo, para entender en profundidad el concepto de utopía, vamos a centrarnos tanto su definición como su utilidad. Esto nos ayudará a manejar el término y a no caer en esa línea que reclama a la utopía como un sinónimo de lo imposible.

Definición de utopía

Desde hace mucho tiempo, la sociedad ha soñado con un mundo idílico y una manera de gestionar la sociedad perfecta. De ahí nace el uso del término utopía. Esta consiste en una teorización acerca de cómo se debería organizar de forma perfecta una sociedad, estado, comunidad o parte de los mismos. Un aspecto importante es que este mundo hipotético no acude a una utilidad inmediata, no busca encontrar un sistema político que se pueda aplicar en el contexto actual.
Cuando se construye esta teorización, lo que se busca es la forma del mejor sistema posible. Solo se busca dar forma a la idea desde términos teóricos, sin tener en cuenta el grado de dificultad a la hora de trasladar esa idea o esquema a la realidad. De esta forma se puede crear de manera hipótetica una sociedad perfecta. Ahora bien, la idea de la perfección de la sociedad es algo ambigua e interpretativa; un hecho, a lo largo de la historia y según el individuo ha ido cambiando casi de manera constante.
Vista de una ciudad desde arriba
Podemos encontrar multitud de ejemplos de utopías a lo largo de la historia. Quizás una de las más antiguas sea la utopía de Platón. En ella, la sociedad estaría dividida en tres clases asignadas por sus competencias y habilidades: la clase política, la clase militar y la clase de productores. Así, el buen funcionamiento y gestión de esas clases aseguraría una sociedad perfecta y pacífica.
También podemos encontrar utopías mas modernas, como el socialismo utópico. La cual fue creada como crítica al capitalismo y a la explotación de los individuos a través de la apropiación de su fuerza de trabajo. Esta utopía se basa en una sociedad cooperativa y autogestionada. A través del apoyo mutuo, el trabajo colectivo y la decisión asamblearía se lograría el funcionamiento optimo de la sociedad.

La utilidad de la utopía

Utopía es un concepto amplio y profundo, muy utilizado por filósofos, pensadores y políticos. Pero la siguiente pregunta que se nos plantea es: ¿qué utilidad tiene la creación de una sociedad perfecta en lo abstracto que puede encontrarse con muchas resistencias en caso de haber un intento serio por llevarla a la realidad? Muchos podemos caer en el error de pensar que las utopías carecen de pragmatismo o de tener solo una utilidad literaria o de pasatiempo, pero esto no es así.
A la hora de valorar la utilidad de una utopía, nos podemos encontrar con 4 funciones distintas. Estas dependerán de lo que buscaba el autor a la hora de crear esa sociedad idílica. Estas funciones son las siguientes:
  • Función de crítica: una utilidad de las utopías es como crítica a la organización social actual. Construir un sistema utópico sirve para ver/medir lo alejada que esta la organización social actual de él. Lo que sirve para cuestionar la validez del sistema social presente y valorar la necesidad de un cambio político.
  • Función valorativa: otra función, muy relacionada con la anterior, sería la que destaca la influencia de la utopía en el estudio de diferentes sociedades. Las utopías pueden servir para reflexionar acerca de los diferentes métodos de organización social y conocer mejor así nuestro sistema político y social.
  • Función esperanzadora: también podemos acudir a una posición más humanista del término. Podemos encontrar que algunas utopías tienen la función de generar esperanza en el ser humano. Intentar hacer llegar a los individuos la idea de que una sociedad mejor es posible.
  • Función orientadora: por último, y quizás la función más útil, sea utilizar la utopía como objetivo o meta. Establecer como objetivo algo perfecto e ideal sirve para mantener un progreso continuo y no quedarnos atascados en la falsa ilusión de que vivimos en el mejor sistema posible.
Hombre con capucha en la ciudad
El término utopía se utiliza en multitud de ocasiones como sinónimo de imposible. Incluso se atribuye al mismo un carácter idealista y de poca utilidad. Pero, esta concepción no deja de ser un error: las utopías nos permiten identificar el objetivo a alcanzar, actúan como brújula. Y esto no es baladí, ya que una de las motivaciones más poderosas que tenemos los seres humanos es la de buscar lo mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario