lunes, 14 de mayo de 2018

Todo lo que se visualiza con pasión ardiente termina por manifestarse


El grano de cereal está constituido básicamente por tres componentes.
La corteza externa o salvado.
El germen, el embrión de la futura planta.
La parte central o endospermo.
El salvado contiene las vitaminas del complejo B, oligoelementos (manganeso, cobalto, cobre, zinc, cromo, selenio), enzimas y fibra dietética insoluble (indispensable para la salud intestinal).
El germen es rico en aceites (ácidos grasos esenciales), vitamina A, E y F.
La parte central contiene almidón y la mayor parte de las proteínas.
Pero al refinar los cereales se retira el salvado y el germen dejando solamente la parte central rica en almidón y algunas proteínas.
El 70% de los nutrientes se retiran del cereal y se emplean entre otras cosas para alimentar al ganado.
El ganado se nutre con lo mejor y el hombre con lo peor.
El hombre que se nutre básicamente de cereal refinado está hambriento de nutrientes para sus necesidades corporales y debe obtenerlas de algún lugar.
La mayor parte de las personas hoy en día se nutren básicamente de trigo, arroz o maíz.
Pero todos refinados, porque también al maíz lo refinan para poder preparar la polenta “ de un minuto”.
Millones de personas tanto en oriente como en occidente basan su dieta en estos cereales que han perdido el 70% de su fuerza nutritiva.
Estos nutrientes tan necesarios han pasado a nutrir a las vacas.
Entonces las personas nutridas con estos cereales desvitalizados adoran la carne asada.
Porque allí encuentran los nutrientes que fueron extraídos de su pan y sus galletas.
Si recibieran los nutrientes directamente de los cereales completos y molidos frescos no sentirían esa necesidad casi desesperada por carne animal.
Pero lo complican todo.
Roban nutrientes de su alimento básico, para dárselo al ganado y luego matan a la vaca para comérsela y allí recuperar los nutrientes perdidos.
Y como esto se ha hecho por muchas generaciones, todos los ven normal y existen teorías bien establecidos que sostienen que los alimentos animales son esenciales entre otras cosas por la vitamina B12.
Entonces en muchos países adoran la carne asada, y cuando hay un día libre organizan una reunión donde siempre habrá pan blanco refinado y junto a éste un gran trozo de carne bien asada y condimentada.
Pero algún día comprenderán que lo que están buscando en la carne debería estar en el pan blanco.
Pero en los asados nunca hay pan integral.
Porque desde hace siglos se asocia el pan negro con pobreza y escasez.
Los tiempos de opulencia trajeron los alimentos refinados a las clases ricas de Europa y Asia.
Y los hombres corrientes soñaron con poder alimentarse como los reyes y los cortesanos.
Y lograron su sueño, algunos siglos más tarde.
Porque todo lo que se visualiza con pasión ardiente termina por manifestarse.


-Martín Macedo-

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